EscucharLos corgis de la reina Isabel II estuvieron a su lado cuando falleció, el 8 de setiembre anterior, así lo aseguró una fuente del castillo de Balmoral, Escocia, al diario británico Daily Mail.
Muick y Sandy fueron los últimos perros de raza corgi que tuvo la reina Isabel II, quien fue ama de al menos 30 canes de este linaje. Ambos fueron un obsequio de su hijo Andrés, quien tras la muerte de su madre, decidió adoptarlos.
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Además de los caninos Muick y Sandy, el ahora rey Carlos III y su hermana, la princesa Ana, acompañaron a la monarca en su lecho de muerte. La lealtad de los perritos quedó evidenciada durante el recorrido del féretro y funeral de la reina Isabel II, pues ambos observaron los protocolos con mucha atención y respeto.
De acuerdo con la encargada de la vestimenta real, Angela Kelly, la reina pasó el confinamiento de la pandemia junto a Muick y Fergus, otro de sus corgis que falleció días después de Felipe, el esposo de la reina.
Como compensación y por motivo de su cumpleaños número 95, Andrés le obsequió a Sandy, quien se convertiría en su última compañera fiel.
El amor por la reina Isabel II a los corgis comenzó en 1933, cuando sus padres incluyeron la raza en la casa real. A los 18 años la monarca recibió a su primer corgi, Susan, de donde descienden la mayoría de los perros de esta raza que tuvo después.
De acuerdo con los trabajadores del palacio de Buckingham, la monarca normalmente se encargaba de sus animales, los alimentaba y los sacaba a pasear cada vez que podía.
Este amor por los corgis también fue conmemorado en la festividades del jubileo de platino por sus 70 años de reino, en junio, con la congregación de 70 corgis en Balmoral y una carrera de perros en el hipódromo de Musselburgh.
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