Escuchar
El que es vivo, es vivo. Así lo demostró, una vez más, la popular y muy querida periodista Lizeth Castro, quien se dio a conocer en el país durante sus varios lustros en Telenoticias, cuando no existía Internet y los comunicadores, especialmente de televisión, eran figuras públicas conocidos por todos.
Luego en una visionaria jugada, Lizeth se adelantó a medio mundo y puso la renuncia en su querido Canal 7 para mandarse sola con una revista digital enfocada en historias de vida de gente luchadora, valiente y que estaba en plena batalla con situaciones adversas, pero con actitud guerrera. “Periodismo positivo”, le llamó ella y, pese a que hay quienes adversan su estilo por considerarlo un verdadero coma diabético –dado el tratamiento sublime a casi todos sus contenidos– lo cierto es que Lizeth ha logrado calar en una audiencia masiva, lo suficiente para tener un sitio sumamente robusto que, a su vez, la ha convertido en líder en su campo, conferencista y con patrocinio de diversas empresas, en vista de la visitación que recibe en su ya posicionada revista.
Lizeth siempre ha sido transparente con su vida y con sus intenciones, sabedora de que es una figura súper conocida, nunca se ha hecho la interesante a la hora de compartir situaciones personales que, dichas por otros, podrían sonar a chisme. Es así como ella misma narró, en su momento, detalles de sus dos matrimonios –y de sus sendos divorcios– con Luis Arnoldo Gómez, su primer esposo, del que se divorció en 1997 y con el que se volvió a casar en el 2014. Tres años después, en el 2017, la pareja se volvió a separar. De sus uniones nacieron Sofía, hoy de 17 años, y Laura, de 7.
Como fue la misma Lizeth la que compartió en sus redes los detalles básicos de sus decisiones y el término de esta relación, todo en santa paz, la cosa estuvo exenta de morbo y la comunicadora fue más bien abrumada por tanto mensaje de apoyo, como lo reseñamos en esta columna en su momento.
Pues bien, de vuelta al presente, el pasado domingo 20 de enero los seguidores de Lizeth en redes nos llevamos la tremenda sorpresa ante un notición que ella misma compartió en su página de Facebook, donde aparece feliz, ataviada de azul, y anuncia su matrimonio el día anterior con quien es su esposo actual, al cual identifica solo como “Víctor” y, eso sí, narra que se trata de su compañero de trabajo. Historia de telenovela feliz, la pura y santa, ojo las palabras que usó Castro para anunciar esta nueva etapa de su vida pero resguardando hábilmente la identidad de su marido –razones tiene de sobra, en estos tiempos, a menudo es mejor comer callado– pero a la vez, al soltar la sopa ella misma, dejó a todo el mundo –incluidos nosotros– manos arriba con lo que hubiera sido un chismezote: la tercera boda de Lizeth Castro.
Esto escribió: “Mi matrimonio en un cuento: Había una vez una cámara que nació para captar de forma maravillosa imágenes e historias. Se sentía feliz pero algo sola. Había una vez un micrófono que amaba la palabra y los relatos de cada persona que quiera contarlos. Se sentía feliz pero algo sola. He aquí que se encontraron un día y sucedió que la fortaleza del uno y la fortaleza del otro se unieron y se unieron para siempre”.
Diay sí, apague y vamonós. En las fotos que acompañan su post, se ve una Lizeth absolutamente feliz y radiante, incluso mostró la foto del queque de bodas con una alegoría que lo dice todo: un micrófono y una cámara juntas fueron la decoración del pastel. Lizeth finalizó su post con una frase lapidaria que, al menos a nosotros nos hace creer que, en este caso, la tercera es la vencida “Hoy es uno de esos días, escritos con tinta imborrable, con la misma tinta con la que Dios pintó el cielo, el agua, las flores, el alma de los niños.... En este día digo SI al amor. Me estoy casando vestida con mi color preferido, con el amor de mi vida, con mi mejor sonrisa, con el corazón dispuesto y un Dios que va delante de mí”.
En temas menos felices, qué feíllo el tanate público que se viene dando entre el modelo y bailarín tico, Bryan Ganoza, y su expareja y excolega de Combate, Youcenar Castro, con quien el moraviano, hoy radicado en Las Vegas, donde luce sus destrezas como stripper en shows de alto nivel, mantuvo una relación sentimental a mediados del 2018.
En agosto pasado, mondo y lirondo y muy ilusionado, Ganoza le cantaba a los cuatro vientos que “un angelito viene en camino” y se manifestaba feliz de que iba a ser papá. La madre de la criatura, Youcenar, destacada practicante de yudo, estuvo con Bryan unas pocas semanas en Nevada, pero regresó al país antes de que terminara el 2018 y últimamente sus posts contando sus peripecias como madre sola, sin apoyo del padre, se han convertido en curtidero de chismes y hasta ataques cibernéticos a Ganoza, quien se había mantenido en silencio hasta este jueves, cuando a su vez posteó varios recibos con depósitos a su hoy ex, publicaciones en las que asegura estar cumpliendo con sus responsabilidades económicas e insiste en que quiere ser un buen padre para Colette (así se llamará la bebé, que nacerá en las próximas semanas), pero dispara unas palabras contra la mamá, supuestamente por estar hablando lo que no es.
“¿Abandonar? Ya está bueno de hablar m… (emoticon) desde el día 1 que supe que venía Colette te ayudo semanalmente, ahora que fui a CR te llevé más de $300 en ropita y cosas para la bb y sin decir los regalos de parte de mi madre y de mi familia que te han dado!! Voy a dejar estas fotos por aquí de todos los depósitos bancarios. QUE NO NOS PODAMOS ENTENDER ES MUY DIFERENTE. Estoy muy feliz esperando la llegada de mi princesa. Buena noche”, publicó el muchachote en su cuenta de Instagram.
Muy complicados estos tanates entre parejas, máxime cuando se hacen públicos. Ojalá una vez que Colette nazca, propicie la paz y el entendimiento entre sus papás. Porque, como dijo el mismo Ganoza, una cosa es que ya no se entiendan como pareja –Bryan al parecer tiene una nueva pareja allá en Las Vegas– y otra muy diferente, que no puedan procrear civilizadamente y con amor a la chiquita de ambos.
¿Cómo dice que dijo? Qué manera de ametrallarse en los pies. Eso fue lo que le ocurrió al presidente de la Asociación Nacional de Educadores (ANDE), Gilberto Cascante, cuando colapsó la atención nacional después de que trascendiera esta perla, el martes pasado, en la Comisión de Asuntos Sociales, en la Asamblea Legislativa: “El hecho de que un niño desgraciadamente no reciba educación lo podría hacer más ignorante, con menos posibilidades para la vida, pero no necesariamente se va a morir por no tener este derecho, aunque es un servicio sumamente importante”, dijo, al tratar de justificar en el Congreso el derecho a huelga de los educadores, al comparar su faena con la de otros profesionales cuya acción es de vida o muerte, como la de los médicos.
Por más que él y sus defensores quisieron reparar la torpeza con el argumento de que sus palabras fueron sacadas de contexto, al volver a la frase –tristemente– célebre de la semana, no podemos menos que deplorar semejante exabrupto y nos adueñamos de las palabras del reconocido cirujano plástico Christian Rivera, nacido en una cuna más que humilde, crecido en un barrio conflictivo y cuya historia de luchas adolescentes para poder estudiar medicina, es ya conocida. Su reflexión en redes sobre la barbaridad que se dejó decir Cascante, lo dice todo:
“Quienes somos producto de la educación pública, quienes hicimos fila por un ‘gallo de mortadela’ en la escuela, nos ‘hicieron flúor’ en un recreo, nos enseñaron a lavarnos las manos antes de entrar al aula y logramos el ascenso social en un país de oportunidades; tenemos claro que las palabras de Gilberto están alejadas de la realidad, son insultantes y denigran lo que con mucho esfuerzo construyeron nuestros abuelos, heredamos nosotros y con ilusión enseñamos a nuestros hijos... y es que cuando se nace pobre la educación es la herramienta más poderosa para alcanzar una vida sana, próspera y digna”. Christian Rivera-Paniagua.
Ticos muy divertidos. Esta semana, como lo hace desde hace varios años, René Picado, presidente de Televisora de Costa Rica, viajó a Miami a la NATPE, convención de las cadenas televisivas más importantes de Latinoamérica, un dinámico mercado donde es posible enterarse de los nuevos productos televisivos de la temporada. El lunes 21 fue la presentación y fiesta de Televisa y el martes 22, la de Telemundo; en esta coincidieron María Celeste Arrarás, René Picado y Verónica Bastos. También estuvieron, por Teletica Canal 7, Jorge Garro, Ligia Perlaza y Zayda Jiménez.
Como se sabe, Picado es muy amigo de Arrarás, periódicamente ella viene a Costa Rica o él viaja a Miami o bien se juntan en algún otro lugar del área con amigos comunes y siempre la pasan muy bien. Sin embargo, este año se divirtieron más porque se les unió Verónica Bastos, la periodista costarricense más exitosa en aquellos círculos, quien contó de sus tiempos en Canal 7 y otras divertidas anécdotas; Picado le hizo segunda. Verónica y María Celeste se han hecho muy amigas pues el programa de Verónica, Suelta la Sopa sale a las 4 p.m. y el de María Celeste, Al rojo vivo, a las 5 p.m.; son vecinas de foro y eso les ha permitido cultivar una buena amistad, porque al decir de la Vero, María Celeste “es un amor, de verdad” y “René es buena gente, simpático y bueno contando historias. La verdad es que pocas veces la había pasado tan pero tan bien. Nos reímos con ganas y la pasamos muy bien”.
En aquella festolina, realizada en Edén Rock Hotel, estaban figuras como Kate del Castillo, encargada de presentar la nueva temporada de La Reina del Sur, así como Carlos Ponce y Margarita Rosa de Francisco, protagonistas de Jugar con fuego. También acudieron los actores de la nueva versión de Telemundo para Betty la fea. En cuanto a Verónica Bastos, le correspondió presentar la nueva programación de Telemundo, en especial Suelta la sopa, el favorito de la programación de las tardes, donde ella es gran protagonista. Llegaron figuras como Miguel Varoni (Pedro el escamoso) — quien dirige la nueva versión de Betty la fea—, Carmen Aub, Gaby Ospino, Ana Lucía Domínguez, Erick Elías Fallas, David Chocarro, Catherine Siachoque, María Elisa Camargo, y la protagonista de Betty la fea versión millennial, Elyfer Torres. Como quien dice, puros pesos pesados de la actuación en Hispanoamérica.
El reto de moda en enero, el #10yearchallenge se convirtió en tendencia mundial y nos mostró de todo en redes sociales. Una de las muchísimas fotos del antes y después que llamó nuestra atención, fue la que subió la actriz y cantante Maribel Guardia, radicada desde hace mucho en México pero quien mantiene un vínculo permanente con Tiquicia.
El cuento es que Maribel posteó sendas fotos, una de hace 10 años con su hijo Julián, en plena adolescencia, y otra reciente, con un Julián ya en su adultez temprana –por cierto ¡cómo se está pareciendo al papá, el célebre intérprete, ya fallecido, Joan Sebastian– ya convertido en el papá de José Julián, de año y medio y quien tiene “chiflis” a la guapísima abuela.
Aunque en una inmensa mayoría Maribel recibe siempre el cariño genunino de sus fans en todo el continente, no faltaron las voces de intriga que la criticaron por sus fotos con exceso de filtro y por sus supuestas decenas de cirugías, incluso aseverando que ella se veía más joven que Julián, solo que a punta de operaciones.
De verdad que la lengua no tiene hueso y los haters en redes a menudo se dejan llevar por su propia amargura para juzgar por pura envidia. A quienes critican a Maribel por lo uno o lo otro, los invitamos a ver sus decenas de videos en vivo, ya sea en entrevistas o presentaciones, ahí no hay tu tía. Algún día, Maribel, como todos los demás, va a envejecer (esperamos llegar a verla en sus 80’s y 90’s bella a su manera, repartiendo buenas vibras, amor y salud), pero lo cierto es que Maribel es dueña de una genética privilegiada y además, se quiere mucho y cuida la armonía de su físico, mente y espíritu, más ahora más que motivada por su vivaz nietico.
