El proceso con el que George Bakkar trabaja el oro y la plata es el convencional y él los funde. Ninguna pieza del diseñador de joyería se parece a otra: ese es su sello personal.
En su taller, que a su vez es su tienda, no hay una sola máquina industrial, todo lo que forja es artesanal. Además de diseñador, Bakkar es orfebre.

"Todo es manual, por eso cada pieza es única. Mis piezas son especiales y diferentes, así como cada ser humano tiene su singularidad", afirmó Bakkar.
LEA: Nueva corona de Miss Costa Rica 2017 se inspira en cultura precolombina
El nombre de Bakkar ha resonado en los últimos días. Él es el creador de la corona de la Miss Costa Rica 2017, Elena Correa. Una pieza inspirada en la cultura precolombina y elaborada en plata 950 y con cerca de 30 perlas blancas montadas.
"La gente crítica y dicen que pudo haber sido mejor hacer una corona tradicional. Pero la corona que hice rompe esquemas. Yo rompo esquemas y hago cosas diferentes: innovo", dijo.
Para Bakkar ser el creador de esa joya es "un honor". "Me halaga porque sé que les gusta mi trabajo. Me encanta que me tomen en cuenta para esto. Siempre es un reto, principalmente porque la pieza es muy grande y representa al país. Además, hago lo que tanto me gusta, lo que amo", aseguró.
En sus los últimos cuatro años, Bakkar ha recibido el apoyo de muchas personas, empezando por su familia y allegados.

"Me siento agradecido con Dios y honrado de tener personas a mi lado que confían en mí", mencionó.
La creatividad y manos de Bakkar crean piezas para hombre y mujer. Además de "únicas y especiales", define sus joyas como fuertes y elegantes.
El oro y la plata con los que trabaja pueden terminar de engalanarse con cueros especiales, perlas traídas desde Hawái, turquesas de Medio Oriente y hasta piedras preciosas.
"Yo soy amante de las gemas y las colecciono. Siempre que viajo compro piedras: las uso naturales y preciosas, en mis creaciones pueden haber diamantes, esmeraldas, rubíes. Hay piedras que traigo de Brasil o de Medio Oriente", comentó.
Único
"Con esta oportunidad de que mi trabajo se dé a conocer logro lo que quiero: ser diferente a los demás", dijo. Bakkar dice que la pasión con la que trabaja se ve reflejada en cada una de sus piezas, cada una tiene una historia.
"Me gusta proponer cosas diferentes, no me gusta la simetría me gusta hacer cosas asimétricas. Invento mucho, no busco fotos de lo que hay (en tendencia), yo veo fotos de lugares y saco ideas. Los viajes también me inspiran", contó.
George Bakkar estudió Administración de Empresas, mas desde hace cuatro años se dedica de lleno a su negocio de joyería. Con este trabajo preserva el legado que viene desde su tatarabuelo, siendo él la quinta generación dedicada a la orfebrería.

"Pequeño jugaba en la joyería de mi papá. Yo he llevado cursos en escuelas de diseño y orfebrería de acá. Una vez un colega me ayudó a tener esa seguridad de que yo era bueno. Mucho de lo que hago lo que hago lo llevo en la sangre. También he topado con personas que me han enseñado. Leyendo algunos libros y jugando he podido mezclar ténicas e inventar cosas", explicó.
Los padres de George son jordanos y viven en el país desde hace 35 años; él nació en Costa Rica. George Bakkar tiene su tienda en el centro comercial Momentum Lindora, y vende diseños fuera del país gracias a las recomendaciones de algunos de sus clientes.