
Dicen que fue la primera reina de los carnavales, que es la madrina de los festejos limonenses y hasta la hija predilecta del cantón... Dicen, pero eso a ella la tiene sin cuidado.
Títulos aparte, Chavelita solo sabe que es el alma de la fiesta, personaje infaltable en las calles de la ciudad cada vez que llega octubre.
Su nombre es Elizabeth Aguilar Aguilar. El martes cumplió 81 años, pero tiene alma de una quinceañera. Su pasión es el baile, mezclarse entre las comparsas del carnaval caribeño, meneando su cuerpo a más no poder.
“Me gusta mucho bailar, ir a los conciertos y que la gente aplauda y me diga cosas bonitas”, afirma con una sonrisa pícara.
Nació en Guácimo, pero siendo niña llegó a Limón y se quedó para siempre. En el Caribe, se ganó el cariño de los vecinos con su alegría inagotable.
Aunque no fue la primera reina del carnaval, sí llevó la corona en un desfile, como una muestra del cariño de la gente.
El año pasado, no pudo bailar. Días antes del carnaval, un carro la golpeó y la mandó al hospital. Salió justo a tiempo para asistir en silla de ruedas a la fiesta de cumpleaños que el pueblo le preparó.
Terminó desfilando sobre una carroza, sentada en un trono como reina de los adultos mayores, pero este año ya está recuperada y amenaza con bombardear al público con todo su arsenal de alegría.
“Está deseando que la inviten a subirse a una carroza, aunque, si no lo hacen, ella igual se va a ir a bailar toda la tarde entre las comparsas”, contó Rita Chacón, quien la cuida desde hace años.