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San José (Redacción). La familia de la cantante Jenni Rivera, quien falleció en un accidente aéreo en México hace ocho días, anunció este lunes que celebrará un funeral público en su honor el miércoles en Los Ángeles.
Tras días de rumores sobre el funeral, que según primeras versiones tendría lugar en Long Beach, la ciudad natal de Rivera en el sur de Los Ángeles, la familia informó que el homenaje público se realizará en el anfiteatro Gibson en los estudios Universal en Burbank, al noreste de la ciudad.
La ceremonia será presidida por uno de los hermanos de la cantante, el pastor evangélico Pedro Rivera Jr., agregó la familia en un comunicado.
"Apreciamos privacidad y discreción para con la familia el día de su sepultura", indicó el texto familiar, en inglés, sin precisar cuándo ésta tendrá lugar. "El servicio de sepultura se hará en privado".
La familia pidió además que, en lugar de flores, los seguidores de la "diva de la banda" -un estilo regional mexicano- hagan donaciones a la Jenni Rivera Love Foundation, una organización de ayuda humanitaria fundada por la cantante.
En su canción "Cuando muere una dama", la cantante dejó intrucciones precisas sobre cómo quería ser despedida: "Tomen tequila y cerveza / que toquen fuerte las bandas / suelten por mí mariposas / apláudanme con sus palmas / porque así es como celebran / cuando se muere una dama".
En las redes sociales, los fans comentaban que estaban a la caza de mariposas para liberarlas durante el servicio público y honrar así sus deseos.
Desde el fallecimiento de Jenni Rivera el domingo 9, sus seguidores han llevado flores, velas y globos a un altar improvisado frente a la casa de Rosa Saavedra, la matriarca de los Rivera en Lakewood, al sur de Los Ángeles. Algunos de ellos viajaron incluso desde estados vecinos.
Nacida en 1969 en Long Beach, la cantante mexico-estadounidense vendió más de 15 millones de discos y murió en la cúspide de su carrera, cuando viajaba con otras seis personas, que también fallecieron.
El LearJet en el que viajaba, fabricado en 1969 con un permiso de seis meses para volar en México y que había sido ofrecido en venta a Rivera, cayó casi en picado y a más de 1.000 km/h de velocidad, pocos minutos después de despegar del aeropuerto de Monterrey.
