
Los directores técnicos tienen razón: los periodistas no sabemos nada de fútbol.
Tras un repaso por los programas deportivos del país es evidente que muchos periodistas especializados en fútbol optan por imitar los estilos de sus colegas David Faitelson de ESPN o André Marín de la Última palabra de Fox Sports, los cuales se han caracterizado por hacer polémicas impostadas para generar minutos en el rating.
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El problema no solo es el formato desgastado –que ya de por si le falta el respeto a la práctica de la profesión– sino que además genera un ambiente negativo entre la fanaticada y la Selección, el equipo de todos cuando gana y un rejuntado de “mediocres” cuando pierde.
Da cólera ver cómo colegas ventilan adjetivos como “patético”, “perdedor”, “fracasado” para referirse a deportistas que están representando a Costa Rica en la competición más importante en el mundo.
Estos comunicadores están distorsionando la realidad para hacernos creer que estos 23 hombres están obligados a ser el pararrayos de nuestras frustraciones y el catalizador de nuestras alegrías, como si nos debieran algo, como si hubiéramos votado por ellos, como si su salario se pagara con nuestros impuestos. No, esos son otros.
A veces se nos olvida que perder también es parte del fútbol, aunque un tipo con un micrófono nos haga creer lo contrario. “Derrota. “Fracaso”. Papelón”, exclaman estos señores como si los futbolistas hubieran perdido adrede y que en estos casos darlo todo en la cancha no basta si no ganás…. Y ¿ saben qué? Pensar así es de mediocres.
A los Faitelsos ticos se les olvida que detrás de cada jugador y entrenador hay mucho trabajo, esfuerzo, huesos y cartílagos rotos. También hay familias que apoyaron desde siempre.
Esta semana una compañera del periódico intentó entrevistar a los padres de varios jugadores de la delegación tica en Rusia. Muchos declinaron porque sienten que el ambiente alrededor es muy negativo y no quieren nada que ver con eso.
La prensa deportiva se ha encargado de mandar todas la malas vibras previo al primer partido mundialista, como también lo hicieron en 1990 y en el 2014. Pero después no tienen problema en subirse a la carroza del triunfo. A veces, la línea que separa al periodista con el fanático se vuelve muy difusa, sobre todo en época de Mundial.
La prensa deportiva debería dedicarse a analizar el fútbol como lo que es, un juego colectivo y dejar de enfocarse tanto en buscar villanos y héroes.
El comunicador tiene la obligación de explicarle a su audiencia conceptos básicos como el funcionamiento del juego, en la parte táctica y estratégica.
Hay un canal en YouTube llamado Tifo Football, estos ingleses hacen una labor extraordinaria en explicar la historia, las tácticas y cómo se maneja el juego. Si a usted le gusta este deporte entonces le va a encantar la oferta de Alex Stewart y compañía.
El fútbol es hermoso tal y como es. Se gana, se pierde y siempre habrá otro partido. No podemos esperar que 23 hombres de fútbol sean el pararrayos de todas nuestras frustraciones y el catalizador de nuestra alegría.
*Esta es una columna de opinión de VIVA, de La Nación, y como tal sus contenidos no representan necesariamente la línea editorial del periódico.
