La Sabana recordó viejos tiempos: ¡volvió a ser un aeropuerto!

Setenta y cuatro años después, ese lugar –convertido en el parque recreativo más grande de Costa Rica– recordó viejos tiempos: ayer, dos helicópteros la sobrevolaron y la gente gritaba emocionada al ver lo que sucedía en el Aero Fest 2014.

Todo se prestó para que los asistentes pasaran un día inmejorable: el cielo despejado, los pilotos listos para llevar a quien así lo quisiera a dar un paseo por San José y el público estaba eufórico.

Patricia López, por ejemplo, viajó desde Turrialba porque quería ser parte de esta actividad.

“Nunca había tenido la oportunidad de estar tan cerca es bonito. Me gusta muchísimo”, dijo López, quien no se animó a dar un paseo porque las alturas le dan pánico.

La familia Saborío Azuola fue más atrevida y compró los tiquetes, que costaban ¢30.000 por persona.

“Esta va a ser la primera vez que volemos en esto, estamos muy emocionados. Este tipo de actividades me parecen fenomenales.

“Dan un cambio radical al domingo, ¡es una aventura familiar!”, exclamó la mamá Silvia Azuola, acompañada de su pareja, Óscar Saborií, y los dos pequeños: Luciano y Adrián.

Cada sobrevuelo duraba aproximadamente seis minutos, tiempo suficiente para apreciar la capital desde otro punto de vista.

Además de los pequeños viajes, hubo una exhibición de paracaidismo por parte de los expertos Philip André, Arnoldo André y Carlos Gamboa.

Cuando cada uno de ellos tocaba tierra, los aplausos llegaban; cuando iban saliendo de la ‘pista de aterrizaje’, un sinfín de aficionados les pidió una fotografía.

“Esta sí la voy a poner de foto de perfil de mi Facebook y voy a tener muchos ‘Me gusta’, van a ver que sí”, dijo uno de los tantos que se acercaron a los paracaidistas.

Inmediatamente después de este gran show, en otro sector de La Sabana hacían un espectáculo en el que un grupo de personas manejaba a control remoto pequeños helicópteros.

“Mami, mire, están volando y son pequeñitos, como para mi”, le dijo emocionado Mattías, de 7 años, a su madre Olga Martínez.

Así, entre helicópteros y paracaidistas y después de 74 años, La Sabana volvió a tener actividad en su cielo.