¡Vuelve God of War el 20 abril! Esta semana se reveló la fecha de lanzamiento de la próxima aventura de Kratos que aterrizará exclusivamente para la consola PlayStation 4.
Ya pasaron ocho años –casi dos mundiales– desde que el fantasma de Esparta cumplió su venganza Zeus. Desde entonces no sabemos nada de él, solo nos queda el recuerdo de su furia y de su odio hacia los dioses.

Podría decirse que God of War cuenta la historia de un hombre que se rebeló ante las cadenas del destino e inició una cruzada en contra de los que manejan esa fuerza de la que ningún ser humano puede escapar. Similar al manga Berserk.
Con una convicción tremenda Kratos se zambulló sobre el Olimpo con la fuerza de dos bombas atómicas y arrasó con todo a su paso.
El estudio Santa Monica le sacó el mejor provecho a las dinámicas para meternos de lleno en la pálida piel de Kratos. En el papel God of War es considerado un Hack’ n Slash, es decir un título en el que el jugador se abre paso sobre hordas de enemigos. Es frenético, rápido y, sobre todo, violento. Además, no requiere de mucha práctica para derribar a un titán. Sí, también tiene acertijos o puzzles que sirven para dar un respiro entre cada pelea, que si bien marcan el tiempo del juego no son para nada memorables.
Lo que si es digno de recordar de God of War son sus quick time events, un recurso que se ha devaluado muchísimo por su uso excesivo en otros videojuegos. A ver, un quick time event es una mecánica sencilla: consiste en apretar botones en ciertos momentos de una escena para que el personaje haga sus “cosas”, si el jugador no presiona el botón en el momento en el que se le indica probablemente muera o la escena no se complete.
God of War hizo maravillas con ese recurso pues lo utilizaba en las ejecuciones, en ese preciso momento en el que el enemigo está a merced de las brutales manos de Kratos. Estas ejecuciones eran viscerales casi como las fatalities de Mortal Kombat en las que el protagonista no solo acaba con su adversario sino que lo humilla..., lo despedaza. Este recurso no solo era un espectáculo sino que servía para reforzar la furia que emanaba Kratos por todos sus poros. Él realmente estaba enojado.
A lo largo de la trilogía Kratos fue cobrando venganza por una mala jugada que le hicieron los dioses. Primero cayó Ares, le siguieron los héroes Hércules, Perseo y Teseo con todo y la cabeza de Medusa y los minotauros. Después murieron Poseidón, Hades y Hermes. Todos los capos hasta llegar hasta Zeus.

Este juego hace que el jugador avance por medio de la violencia del protagonista. Hasta los pasos que da se sienten pesados con la capacidad de poner a temblar hasta al coloso de Rodas.
Kratos lleva dos espadas amarradas con cadenas, la armas más emblemática del juego.
Lo que nos espera.
Faltan cuatro meses para ver a Kratos impartir su ley en una nueva aventura. Solo que esta vez, el gigante se siente más sobrio, más canoso y con más arrugas. Cansado. No solo eso, sino que también tiene un pequeño a su lado que parece ser su hijo. En esta nueva entrega Kratos cambiará sus ágiles y brutales espadas por un escudo y un hacha.
Este cambio tan radical en la historia afectará la jugabilidad, ahora en lugar de lanzarse a la guerra con el pecho a descubierto se deberá entrar al combate con más paciencias, de manera más analítica y pausada.
El estudio de Santa Monica se salió de su zona de confort y la nueva entrega de God of War presentará nuevas ideas y dinámicas, algo que sinceramente me enstusiasma.
Todo parece indicar que esta nueva entrega girará alrededor de la mitología nórdica. Algo habrán hecho Odin, Thor y compañía, algo que no le cayó bien a Kratos… pobres.
