Un hombre vestido con una camiseta de fútbol americano de color verde y un casco para jugar ese deporte fue una de las figuras más llamativas de este Tope Nacional 2022. Era Carlos Arredondo, el famoso Gringo, aquel torero improvisado que durante muchos años hizo las delicias del público en las corridas de toros de Zapote.
El Gringo, quien vive en Boston, Estados Unidos, no podía perderse las fiestas de fin de año de San José y por eso aprovechó para darse un paseo por el recorrido del Tope Nacional, pero curiosamente iba acompañado por un amigo muy particular: un perro de raza American Stanford de tres años y medio que hace un tiempo rescató de unas peleas de canes.
El animal se llama Simba e iba despreocupado, pues Arredondo lo llevaba todo chineado en un carrito de juguete bien acondicionado con almohadas y cobijas, todo para la comodidad del perro.
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La gente al ver aquella estampa se emocionaba y le pedía fotos. Los niños eran los más felices al ver al manso perrito que posaba para los videos.
El hombre, ahora de 62 años, fue durante mucho tiempo una de las figuras de las corridas de toros, pero después de un tremendo levantín en una de sus faenas taurinas y la muerte de sus dos hijos en Estados Unidos, decidio retirarse definitivamente de esa actividad. Sin embargo, no deja su cariño por los festejos de fin y principio de año y sigue llegando a la capital para ser parte de las celebraciones.
“Me gusta mucho, no puedo dejar de venir. Siento que es algo muy arraigado en mí. Disfruto de venir, de ver a la gente, de compartir con los amigos y también con la familia”, dijo.
Franceses encantados con el tope
En una esquina josefina, una familia de franceses disfrutaban a más no poder del evento equino. Frederic, su esposa Emilia y su hijo Paul, quien este lunes 26 de diciembre cumplió 10 años, estaban encantados al ver a los caballos con su paso.
Curiosamente esta familia está hospedada en un hotel josefino y se topó, durante su estadía de 10 días en San José, con el tope. “Yo busqué en Internet de qué se trataba todo esto, no sabíamos nada de que iba a pasar, pero salimos a verlo y a conocer un poco más de la cultura del país”, comentó Frederic.
Ellos ya llevan dos meses en Costa Rica y después de estar en suelo tico viajarán a Nicargua y Panamá. “Esto es increíble, solo habíamos visto algo parecido en Panamá. Estamos muy contentos porque es una manera diferente de celebrar el cumpleaños de mi hijo”, agregó el francés.