Son buenos momentos para ser un aficionado de los videojuegos que predican el método japonés. Hace un par de semanas Capcom nos regaló una brillante entrada en la saga Devil May Cry y ahora es From Software que vuelve a deleitar a su audiencia con Sekiro Shadow Die Twice, el cual se estrenó este viernes 22 de marzo para las consolas PlayStation 4, Xbox One y PC.

Este videojuego fue dirigido por Hidetaka Miyazaki quien se ha ganado un puesto de honor en la industria de los videojuegos gracias a la saga de Souls (Demon’s Souls, Dark Souls y Bloodborne). Estos títulos se caracterizan por colocar al jugador en un mundo plagado de peligros que demandan mucha concentración y maestría. Sin embargo, para Miyazaki y su equipo la dificultad es un medio no un fin.

Con Sekiro Shadow Die Twice, el estudio From Software no solo retoma su popular fórmula sino que también la depura en un ambiente que se ubica en el Japón feudal.

Según la sinopsis, este título está ambientado durante las últimas etapas del periodo Sengoku, es decir, nos encontramos a finales del siglo XVI en medio de un Japón totalmente dividido. Hay guerras, bandidos y mucha destrucción. Los enfrentamientos entre clanes hacen estragos por el control de recursos y territorio. Eso sí, el estudio From Software reinterpretó este videojuego a su manera y le agregó elementos mitológicos: magia, gigantes, espíritus y el resto de la parafernalia de los mitos del Japón.

Esta premisa es una maravilla para todos los que alguna vez disfrutaron del animé Samurai X o de las películas de Akira Kurosawa.

El personaje principal de esta historia se llama Wolf, un shinobi que le juró lealtad a un joven emperador cuya sangre tiene propiedades para resucitar a sus guerreros; sin embargo, cada vez que se usa la sangre del emperador una enfermedad cae sobre la población. El joven líder es secuestrado por el clan rival y dependerá del protagonista rescatarlo.

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El combate

El núcleo de la experiencia es el combate cuerpo a cuerpo, con katana, hachas o lanzas. Eso sí, también hay mucha exploración y opciones de sigilo a diferencia de los otros títulos de Miyazaki.

El esgrima nipón responde a una mecánica sencilla: hay que atacar, bloquear y esquivar, para que los bloqueos sean efectivos se tienen que hacer unos instantes antes de que caiga el golpe del oponente. Si se abusa mucho de esta técnica Wolf perderá su postura y quedará con la guardia abierta para recibir un golpe letal.

Hay ataques que solo se pueden esquivar por lo que hay que estar muy atentos a los movimientos de los oponentes, quienes adoptarán distintas técnicas con la katana, esta característica hace del título una delicia para todos los entusiastas de los combates japoneses.

Los shinobis destacan por ser un clase de guerreros que son entrenados para hacer la guerra de maneras no convencionales. Por ejemplo, por medio de asesinatos, sabotajes o misiones de reconocimientos, lo cierto es que Wolf es una navaja suiza que se adapta a cualquier situación. Esto se refuerza al inicio de la experiencia, cuando Wolf pierde su brazo durante un combate y su extremidad es remplazada por una prótesis que también funciona como arma. A esta prótesis se le pueden añadir cañones, lanzallamas, lanzas y hasta hachas.

Cada vez que derrota a un enemigo obtiene experiencia y oro, estos recursos se pueden intercambiar por nuevas habilidades o para mejorar las herramientas. En caso de que Wolf muera perderá la mitad de estos recursos y deberá iniciar el trayecto desde el último punto en el de descanso.

Uno de los puntos altos de este videojuego es la ambientación que logra por medio de unos gráficos, que quizá no sean tan espectaculares como otros títulos del momento, pero es gracias a la dirección de arte que Sekiro: Shadows Die Twice logra colocar al jugador en los pies de un shinobi.

No cabe duda que estamos frente a un videojuego que fácilmente podría ser considerado como el mejor del año. Otro gran acierto para Miyazaki y el estudio de From Software. Una compra obligatoria para todos los gamers que disfrutan de un buen desafío.