Una esquina metálica y blanca es el punto de confluencia en Los Yoses para los amantes de los platillos argentinos.
Se trata del restaurante Donde Carlos Parrillada, que desde octubre se ubicó a 100 m de la Iglesia de Fátima para complacer los antojos de los carnívoros.
Adentro, la parrillada da la bienvenida y más allá, como por reflejo, se repiten los colores blancos y grises, que junto con los tonos madera y ladrillo completan una decoración minimalista.
En dos pisos se distribuyen tres salones entre balcones o interiores, zona de fumado y no fumado. Eso nos hace rondar un lugar y otro antes de elegir un salón de arriba.
El tema de conversación que predominaba sobre las mesas aquel mediodía eran los negocios; pero posiblemente en las otras fue similar el asunto, pues por todo lado había seriedad y corbatas. Y es que según dice el dueño, eso sucede a menudo en los almuerzos y es hasta en la noche que el ambiente se torna informal cuando los amigos se reúnen a compartir.
Manjar de carnívoros
Las carnes como especialidad de la casa se pintaban en el menú encebolladas, a la milanesa, con hongos, con manzanas, en brochetas, en filetes, bifes de chorizo, lomitos, lomos.
La elección se hacía compleja al lado de las ensaladas, cremas y mariscos y más aún para quienes no manejábamos algunos términos de la gastronomía argentina. Por suerte, pero para eso los meseros están muy bien entrenados y pronto disiparon toda duda, nuestra elección fue un lomito encebollado y una milanesa napolitana.
Desde las paredes, múltiples fotos abrían ventanas al Buenos Aires querido, tan nostálgico como los tangos que no cesaron ni escatimaron el sufrimiento.
Luego de una paciente espera, nuestros pedidos se acomodaron en la mesa entre los platitos con pan, mantequilla, chimichurri, una salsita verde y otros aderezos picantes que habían dejado antes los meseros.
Una papa asada con una crema especial y una ensalada de lechuga y tomate acompañaban las carnes. Luego del primer corte entendimos que los grandes cuchillos -casi peligrosos- eran tal vez innecesarios para cortar aquellas suaves y jugosas piezas de carne, pero igual nos fueron muy útiles.
La sangría de la mesa de al lado nos hacía agua la boca, pero no nos hizo caer por sospechas a los efectos que podría traer en una tarde de trabajo.
Sin embargo, antes de terminar con los últimos bocados entendimos que un trozo más de comida o bebida sería gula y agradecimos no haber pedido la sangría, aunque lamentamos no tener espacio para los postres.
Panqueques de banano y manzana con helado, crema chantilly o dulce de leche, el flan casero con dulce de leche y las frutas flambeadas quedarían para la siguiente ocasión.
A la salida no pudimos menos que conocer al famoso Carlos. Este argentino que vino hace 7 años a residir a Costa Rica y junto con el chef Mario Serrano se hace cargo del restaurante.
Su idea es ofrecer una opción de parrillada menos tradicional y más contemporánea, que se distinga por el sabor argentino y el buen servicio. Por eso, siempre están pendientes de su clientela.
Así que ya sabe a quien puede presentar sus quejas cuando visite el lugar aunque, a juzgar por lo que conocimos el mediodía de un miércoles cualquiera, posiblemente usted no va a tener más que elogios.
Cómo, cuándo, dónde...:
¿Qué?: Donde Carlos Parrillada
¿Dónde?: Los Yoses, 100 m al norte de la Iglesia de Fátima.
Precios: Carpaccio de lomito ¢3.313. Mozarella a la Milanesa ¢2.056. Sopa de Cebolla ¢1.520. Ensalada Capresse ¢1.959. Ensalada César 1.865. Bife de Chorizo ¢5.749. Rollizo de lomito ¢ 5.925. Lomito Donde Carlos (650 gr, para dos personas) ¢11.036. Lomito de Cerdo con manzana flambeada ¢4.589. Salmón al Limón ( a la parrilla) ¢8.967. Milanesa ¢4.066. Panqueques de banano ¢2.113. Frutas flambeadas ¢2.048.
Horario: de martes a jueves de 12 m a 3 p. m. y de 6:30 a 10:30 p. m. Viernes de 12 a 3 p. m. y de 6:30 a 11 p. m. Sábado de 12 m a 11 p. m. jornada continua. Domingo de 12 m a 7 p. m. Después de semana santa abrirá también los lunes.
Teléfono: 225-0819.