Tras 18 años de estado ruinoso y ser albergue de indigentes, la vieja estación del tren en Cartago fue restaurada y convertida en un centro cultural.
La restauración costó unos ¢85 millones, invertidos por la municipalidad local, que fue autorizada por el dueño del inmueble (el Instituto Costarricense de Ferrocarriles, Incofer) y supervisada por el Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Nacional del Ministerio de Cultura.
Esta estructura fue declarada de interés histórico-arquitectónico el 30 de mayo de 1997.
Exposición. Con su apertura, realizada el viernes, se inauguró la primera exposición: un recorrido fotográfico de la historia del ferrocarril desde 1824 hasta 1990. Además, se exhiben mobiliario, instrumentos y vestimentas de ese trasporte a principios del siglo pasado.
El alcalde de Cartago, Rolando Rodríguez, dijo que esta obra viene a ser “un eslabón más en la cadena de recuperar edificios históricos en que estamos empeñados para darle a Cartago otro atractivo turístico de los muchos que tiene”.
También pidió a los cartagineses cuidar “la bella edificación, pues no basta una vigilancia oficial, ya que todos debemos ser guardianes de nuestros tesoros”.
El presidente de Incofer, Miguel Carabaguíaz, instó a las municipalidades del país a “seguir el ejemplo de Cartago, y preservar y cuidar las viejas estaciones, que fueron un polo de desarrollo en diferentes facetas para estas regiones”.
El presidente municipal de Cartago, Adrián Leandro, enmarcó este acto con las palabras que alguna vez pronunció Édgar Vargas, defensor de las edificaciones históricas: “No se construye el mañana destruyendo el ayer”.
También Eduardo Castillo, escritor y periodista cartaginés, aprovechó la ocasión para entregar su última obra narrativa, Martes perdidos , que precisamente se basa en la llegada del tren a Cartago.
La bendición del nuevo inmueble cultural corrió a cargo del obispo de Cartago, Francisco Ulloa, quien, a manera de camaradería, echó las primeras gotas del agua bendita a Carabaguíaz para que intensifique las gestiones para darle un tren de pasajeros a Cartago.
Asimismo, el cantautor Mauricio Rojas interpretó su creación La vieja estación del tren .