La libertad la perdieron al infringir la ley; no obstante, los integrantes del grupo de teatro Sembradores de Esperanza, del Centro de Atención Institucional de Pococí, encontraron en esta forma de arte, un medio para hacer más llevadera su estadía y, de paso, los hace sentirse libres, así sea por unos minutos, mientras actúan.
Gracias a su trabajo, que comenzó en el 2007, ahora son incluidos en las actividades culturales del centro penal, también conocido como La Leticia.
Además, les abrió las puertas a un gran privilegio para ellos: salir fuera de sus cuatro paredes, por un día al año, y presentar su trabajo en la capital, durante el encuentro penitenciario, en el Cenac. Esta actividad es, para ellos, como recuperar la libertad por un día.
La razón de ser del grupo es una sola: mostrarle a quienes los ven que ellos aprovechan al máximo su tiempo, creando obras que llevan mensajes positivos.
De eso da fe Carlos García, fundador y director del grupo Sembradores de Esperanza. “El grupo es un recurso para llevar un mensaje positivo. Que muchos vean lo duro que es la cárcel”, detalló García.
Con nada de preparación profesional, pero con mucho entusiasmo, se presentaron y tan bien les fue, que incluso les pidieron que se presentaran en el acto cultural de la celebración del Día de las Madre de los trabajadores de La Leticia.
Al ver los buenos resultados, decidieron seguir con el grupo. García reconoce que siempre le gustó el teatro y que en algún momento de su vida llevó un taller; sin embargo, no esconden que partieron de cero para hacer su trabajo.
El director es, además, el creador de las obras de los Sembradores de Esperanza. ¿Cómo lo hace?, con la ayuda de Dios y el apoyo de sus seres queridos, aseguró.
Es así como dieron vida a montajes como
Sus puestas en escena hablan de la importancia de segundas oportunidades, de poner en evidencia el mal que cometen quienes influyen negativamente en los jóvenes, de la necesidad de tolerancia y paz, o de lo hermoso de la Navidad.
Otro aspecto que demuestra las ganas de trabajar que tienen, es que ellos también preparan sus propias escenografías, las que construyen con periódicos y pintura; de igual forma preparan el vestuario para cada presentación.
Aunque les gustaría tener una mejor preparación, aún no encuentran quién llegue a capacitarlos, algo que entienden por lo lejos que se encuentra la cárcel. Aún así, no pierden la esperanza que alguien del Taller Nacional de Teatro o algún grupo les dé una mano
Pero la constancia del director y los primeros integrantes dio sus frutos. En la actualidad, el grupo lo integran 16 privados de libertad, quienes deben mantener una buena conducta para permanecer ahí.
Alonso Loría es otro de los integrantes; él aseguró que al comienzo le resultó difícil actuar, pero con el apoyo de los compañeros logró salir adelante. Ahora asegura que ser un sembrador de esperanza le gusta mucho y esa es una de sus motivaciones para salir adelante.
“El grupo es una forma de mantener la mente ocupada, porque cuando uno tiene una sentencia tan larga, esto le ayuda en lo personal y lo espiritual”, añadió Loría.
García y Loría relataron que otros de los presos suelen gritarles que son unos payasos. Lejos de desmotivarlos, el grupo prefiere escuchar las voces de sus familiares y amigos, quienes los impulsan a continuar.
En la actualidad, el grupo lo integran Martín Rojas, David Huezo, Orson García, Deivis García, Edisson Sinesterra, Cristian Alfaro y Gerardo Rodríguez.
Completan a los Sembradores de Esperanza Ronald Marín, Víctor Piedra, Daniel Alpízar, Marcelo Duarte, Miguel Gutiérrez, Jorge Solano, Alberth Rojas, además de Vindas y Loría.
En este mes, el grupo trabaja arduamente para su espectáculo navideño, el que presentarán a sus visitantes, el 16 de diciembre.