Pintorescos personajes alegran las noches del público en Curridabat

Una monja con dos pecados bien ocultos; una funcionaria pública que es la viva muestra de la ineficacia y un joven campesino que se debate entre hacerle caso a su mamá o seguir su corazón, lo esperan desde el sábado en la comedia ¡Qué zambrote!, en el Teatro Centenario en Curridabat.

La puesta apela al buen humor para entretener a un público de cualquier edad. Lo hace empleando la fórmula de pequeñas obras cómicas, interpretadas por los actores Rita Campos y Ricardo Segura.

Una vez sentado en las butacas del teatro, conocerá a Sor Marinita. Está segura de su vocación religiosa, no deja de pensar en cómo alejar a los jóvenes de los vicios, pero oculta un par de placeres pecaminosos.

Aunque trata de que la madre superiora no se entere, será cuestión de tiempo para que todo se revele. Benny, niño de buena familia que se ve obligado a hacer de monaguillo, será su cómplice.

La nostalgia también será parte del espectáculo. De eso se encargarán dos ciudadanas de oro, que se sorprenderán de cuánto cambió la capital y, entre sus recuerdos, llevarán a cada persona por una ciudad que ya no existe.

En esa lista de personajes muy ticos, no podían faltar dos polos. Este par demostrará que se puede andar en buenos pasos.

¿Cómo somos? Con cada situación, el grupo MasqueDos, creadores de la obra, pretende mostrar de manera distinta y teatral cómo somos los ticos.

Por eso cada uno tiene algo de ingenuos y sus maldades son tan inocentes que nadie tendría nada que reprocharles.

“Con estos personajes queremos hablar de los valores que teníamos como pueblo y hace falta que regresen”, aseguró Segura.

Para crear a personajes como Bertalicia González de Fonseca, Doña Tina, Lucho o Clodomiro Sancho Sánchez tenían claro que no querían hacer un personaje inspirado en estereotipos.

Por eso acudieron a referentes personales, a personas de carne y hueso que ambos conocen. Es así como la funcionaria pública de la puesta se inspiró en una amiga de la mamá de Segura; Bertalicia es en parte un retrato de la madrina del protagonista; mientras que Lucho nació de las anécdotas y vivencias del histrión en su niñez.

“No queríamos estereotipos, tanto Rita como yo queríamos crear una representación de la realidad”, agregó.

¡Qué zambrote! representa el regreso a las tablas de la actriz Campos. La última vez que estuvo en los escenarios fue en el 2001, en la comedia Los ticos las prefieren gringas , en el Teatro del Ángel.

“Estoy muy contenta, me siento realizada. Para mí, volver a tocar un escenario es volver a ser Rita Campos por completo. ¡La actuación es mi pasión!”, manifestó esta actriz.

En estos diez años lejos de los escenarios, intentó regresar al menos en una ocasión. Incluso estuvo ensayando con Lucho Barahona; sin embargo, el montaje nunca se estrenó.

Preparada del todo no está, ella sabe que nunca es suficiente. No obstante, se siente confiada porque en estos años hizo espectáculos para empresas privadas y en los últimos meses trabaja en una producción del Parque Diversiones.

Los creadores de la comedia también tienen planes de llevar su trabajo de gira a diferentes cantones del país, todo un reto que esperan superar.