
Nueva York. AFP. Nueva York inauguró esta semana cuatro cataratas artificiales sobre el East River, obra del artista danés Olafur Eliasson, con gigantescas caídas de agua desde treinta metros de altura.
Cuatro estructuras de metal bombean el agua del East River y la dejan caer libremente, formando gigantescas cortinas líquidas de 10 a 20 metros de ancho que se activan de 7 a. m. a 10 p. m.
Las instalaciones costaron $15,5 millones y crean la impresión de cascadas naturales.
“El agua tiene un gran potencial para ser algo a la vez muy físico y muy evasivo, puede representar cosas distintas según las personas. Se trata del tiempo y de experimentar el espacio”, explicó Eliasson.
Las cascadas están situadas en la isla del Gobernador, bajo el puente de Brooklyn, y en dos muelles. Se puede verlas durante el día desde ambas riberas del East River, en Manhattan y Brooklyn.
Para disfrutarlas, la ciudad de Nueva York creó circuitos peatonales y para ciclistas desde donde se pueden observar libremente las cataratas. También se ofrecen paseos especiales en barco.