Puede ser que todos hablen distintos idiomas, pero cuando las luces se apagan y el espectáculo comienza, los integrantes de Il Circo solo entienden un idioma: el del arte.
Así lo asegura su fundador y director Sam Trego, líder de la compañía integrada por 30 artistas de siete países distintos, y que la próxima semana presentará en el Palacio de los Deportes el espectáculo
La obra, una creación original de la compañía que combina malabares, acrobacias,
Este espectáculo tendrá una pequeña temporada en nuestro país, entre el 28 y 30 de enero. Sobre el grupo, sus inicios y lo que verán los ticos en escena,
Esos viajes crearon las bases de todo lo que sé hasta ahora, y eso me hizo poder cambiar la disciplina de un espectáculo de un circo al trabajo de una compañía de teatro. Durante todos estos 16 años conocí teatros muy grandes, eso me enseñó a hacer siempre mi trabajo siempre de la mejor forma.
Claro. Cada vez que veo el espectáculo
A mí me interesaba hacer espectáculos que fueran apreciados por personas de diferentes nacionalidades, y la única manera de hacerlo era viajando.
“A futuro, dentro de nuestros planes, figura la posibilidad de tener dos compañías establecidas de manera fija en La Vegas (Estados Unidos) y en Dubai (en los Emiratos Árabes Unidos).
Yo quería que fuera una compañía que combinara el circo con los elementos de los musicales de Broadway. Eso es lo que diferencia a mi compañía del resto.
Se lo explicaré con un ejemplo: Yo tengo dos familias, una que vive en San Diego, California, compuesta por mi esposa y un niño de cuatro años, y tengo otra familia de 30 artistas con la que viajo y comparto la mayor parte del tiempo. Ambas familias son mi vida, mi orgullo y mi responsabilidad.
“En la pasada Navidad yo tenía a una de mis familias presentándose en el Medio Oriente, y mi otra familia celebrando tradicionalmente en San Diego; ahí vino un momento difícil, porque tuve que escoger con quién estar... sin embargo, al final decidí quedarme en California” .
Es muy sencillo cuando estamos frente al público, porque nos entendemos muy bien; sin embargo, el reto viene cuando estamos tras bastidores porque, por ejemplo, a veces los rusos hacen una broma que para ellos es muy chistosa, pero para el resto de los demás no, porque no la entienden y su sentido del humor es diferente. Lo bueno es que a todos nos une el amor por las artes y la experiencia que ya tenemos, pues la mayoría venimos de familias de cirqueros donde hemos vivido iguales experiencias.
Los nervios nunca dejan de desaparecer. Sin embargo, para nosotros lo importante es dejarnos llevar por la emoción de esa primera vez ante el público.
Este no es un espectáculo sencillo, está basado en mis experiencias en el mundo del circo.
Yo espero ver muchas caras sonrientes y quiero que la gente disfrute con