21/10/2011 En San José el edificio de la antigua Botica Solera, la municipalidad de San José la van a reparar /Alonso Tenorio (Alonso Tenorio)
En una esquina de barrio México se construyó, cerca de 1930, un edificio inspirado en el icónico rascacielos Flatiron de Nueva York, EE. UU.
Como un vigilante de concreto armado y ladrillo, el edificio de la botica, farmacia y droguería Solera daba la bienvenida a San José por una de las siete entradas que tenía la ciudad entonces: la del Paso de la Vaca.
Pero el edificio que durante años veló por la salud de los josefinos estuvo a punto de morir enfermo, sucio y abandonado.
Tras siete años de estira y encoge entre sus propietarios, la Municipalidad de San José y el Centro de Patrimonio del Ministerio de Cultura lograron que este emblemático inmueble fuera al fin restaurado y rehabilitado para poner a funcionar en él un centro cultural.
Fue la Municipalidad de San José la que asumió el proyecto en su totalidad. Se han invertido cerca de ¢350 millones entre la adquisición de la mayoría de los 24 derechos de propiedad, las obras de restauración y la compra de mobiliario, según confirmó el alcalde de San José, Johnny Araya.
“Este proyecto cumple una doble función de recuperar un edificio que es patrimonio histórico y arquitectónico de Costa Rica y además, regenerar una zona en riesgo social por medio de las artes y la cultura”, declaró Araya.
Rescate a un moribundo. El edificio en donde funcionó un dispensario de medicinas se convirtió en un paciente tan grave que sus “médicos” temieron su muerte. Fue necesario ‘internar’ al enfermo en cuidados intensivos pues, además de su avanzada edad, lo carcomían los azotes del clima: principalmente la humedad que destruyó el techo y dañó seriamente sus paredes.
El otro enemigo fue el vandalismo, pues muchos de sus tesoros patrimoniales fueron saqueados, entre ellos un reloj que coronaba el frontón. Desprovisto también de seguridad, el edificio pasó de botica a “hotel” para indigentes y adictos que dejaban todo tipo de recuerdos desagradables en el lugar: harapos, botellas de alcohol, chingas de cigarro, orines, restos fecales e incluso prendían fuego dentro del edificio para cocinar y otros menesteres.
“Al principio tuvimos miedo y dudamos de poder rescatar este edificio porque se estaba cayendo a pedazos; pero no nos dimos por vencidos”, confesó el ingeniero Marco Vinicio Corrales, gerente de provisión de servicios de la Municipalidad de San José.
“La primera etapa se inició en noviembre del 2011 y cubrió dos acciones urgentes: la reparación e impermeabilización del techo con una capa asfáltica para frenar las filtraciones y el cierre de todos los accesos por puertas y ventanas para impedir el ingreso de vándalos”, explicó Corrales.
Luego, agregó el arquitecto, se realizó un reforzamiento estructural con arcos y columnas de metal, para garantizar la estabilidad del edificio: “En esta zona se produce mucha vibración debido al alto tráfico de automóviles”, dijo. El inmueble estrenará, además, un sistema eléctrico acorde a las necesidades actuales de iluminación interna y externa (nocturna).
Por su parte, el arquitecto Manrique Calvo explicó que la restauración recupera las características arquitectónicas originales pero agrega elementos contemporáneos para poder adaptar el edificio a su nuevo uso.
La construcción de un cielorraso falso es uno de los elementos nuevos que se integra al diseño original. Está conformado por varios paneles a los que el arquitecto llamó “galletas”. “Cumplen una función estética, pero también logística pues cubren todos los refuerzos estructurales internos y el cableado eléctrico que se le instaló”.
Según Calvo las maderas originales de las puertas y las ventanas estaban “inservibles” por lo que fue necesario reconstruir todas las piezas con cedro amargo.
Casa de la cultura. La antigua botica abrirá sus puertas en junio a un centro cultural administrado por la Municipalidad de San José: “En la primera planta habrá un espacio para exposiciones de arte y una pequeña cafetería. El segundo piso será un espacio multifuncional para talleres y otras actividades. Este espacio busca promover la investigación”, declaró Corrales.
Para garantizar la accesibilidad a todos los espacios se instalará un ascensor el cual está en proceso de adquisición. Todo el proceso de restauración fue supervisado por el Centro de Patrimonio.