¿Se imaginan a Freddy Contreras, mensajero de Ecomoda, escuchando los problemas maritales de Patricia Fernández, La Peliteñida? Sería una historia épica y nada probable si esta escena fuera parte de la novela Yo soy Betty, la fea. Sin embargo, más de dos décadas después del éxito de Betty y sus amigos, lo inimaginable será posible en el teatro.
Este 2022, Freddy y La Peliteñida se reúnen con Marcela Valencia en el Festival Internacional de la Risa, evento que se llevará a cabo el 24 de abril en el Centro de Convenciones de Costa Rica. Allí, el trío de actores colombianos Julio César Herrera, Lorna Cepeda y Natalia Ramírez (Freddy, Patricia y Marce) subirán al escenario para presentar la obra de comedia El Diván Rojo, creada por el fallecido Fernando Gaitán, el también papá de Betty.
Específicamente, El Diván Rojo cuenta la historia de “un prestigioso psicólogo, el doctor Luis Mario Dávila, quien debe emplear a fondo todos sus conocimientos y estrategias cuando atiende en su consultorio a la despampanante y triunfadora Carla Santamaría, una mujer obsesiva que busca el camino para amar a un solo hombre. Una interesante misión que tiene un sinfín de matices”.
La puesta en escena está cargada de risas, pero también de una reflexión muy importante relacionada con las relaciones de pareja, explicó Herrera. El actor, que está en nuestro país como parte de la promoción de la obra, conversó sobre el montaje, el mensaje que tiene, su relación con Ramírez y Cepeda y, por supuesto, del legado que Betty, la fea le dejó al mundo.
-Viene a promocionar algo muy diferente a lo que los ticos, a través de la TV, conocimos de usted; aunque bueno, sabemos que la comedia sí que se le da muy bien... ¿de qué se trata El Diván Rojo?
-Esta es una obra que escribió Fernando Gaitán allá como por el 2015. Es un montaje, una celebración, un homenaje que los tres quisimos hacerle a Fernando. Es más una invitación a que vayan a verla, ojalá en pareja, porque muchas veces nos olvidamos justo de eso, de cómo nos relacionamos, de cómo le echamos agua a esa matica para que siga floreciendo. A veces los matrimonios se duermen, entran en la monotonía y en esta obra van a reír con muchas situaciones que ocurren en el hogar. El personaje de Lorna llega a hablar con un psicólogo sobre diferentes situaciones con las que se van a divertir, pero al final lo más importante es que hay una bella reflexión acerca del matrimonio.
-En esta adaptación ustedes cambiaron los papeles, ya que en principio el argumento se centraba en una psicóloga con un paciente hombre...
-¡Ay qué chismosa! Ese cambio lo decidimos nosotros (actores) con el director Víctor Quesada, quien nos recordó que estamos en una época diferente, una época en la que queremos ver qué ocurre con la relación desde el punto de vista de la mujer, ya que Fernando la escribió desde el punto de vista del hombre. Hicimos una adaptación respetando todo lo que escribió Fernando, pero queríamos verlo desde el lado femenino.
-¿Qué tal les fue con el cambio?
-Muy bien, de las dos formas está bien, pero ahorita con lo que pasa en el mundo es valioso conocer qué ven las mujeres que nosotros los hombres hacemos mal todo el tiempo, muy mal.
-¿Es también un homenaje a Fernando Gaitán después de su muerte?
-Estamos muy felices y honrados de hacerlo. Cuando hablamos con las hijas de Fernando les encantó lo que íbamos a hacer, les encantó el cambio. Este es el segundo montaje que se hace de la obra, que actualmente contaba con solo dos actores, pero ahora nosotros tenemos a Natalia dentro de esta adaptación. Con ella hay una sorpresa muy especial, no les voy a contar, pero la van a ver y sobre todo a escuchar.
-¿Cuán importante es traerle al público la alegría, la risa en estos tiempos tan difíciles?
-Es importante, porque justo estamos recordando aquel momento hace dos años cuando la Organización Mundial de la Salud dijo: “Señores, esto es pandemia. A encerrarse”. Cuando eso pasó, justo nosotros alcanzamos a hacer cuatro funciones y ¡pum! todos los teatros cerrados, entonces qué bueno volver en esta etapa de reactivación. Qué importante es arrancar el teatro con comedia, obviamente no olvidando los otros géneros, pero la comedia es muy importante en esta época de reactivación. Además con una buena comedia como esta, que al final deja una buena reflexión.

LEA MÁS: (Video) Freddy y la Peliteñida, de ‘Yo soy Betty, la fea’ están de visita e
-¿Cómo es la relación suya con Natalia y Lorna?
-La conservamos desde hace 23 años, empezamos en agosto de 1999. El universo se confabuló para encontrar un elenco de hermanos, tener una familia, que igual somos disfuncionales, porque no todo son solo flores, también nos hemos agarrado. Con Lorna nos hemos dejado de hablar hasta 15 días dos veces por pilatunas (travesuras) de ella y mías. Con los demás la relación se matiene muy bien, de vez en cuando nos vemos y tenemos nuestros chats tanto de la obra y de Betty, la fea.
-¿Esa relación es beneficiosa en el escenario?
-Es importante cuando uno está en el escenario saber escucharse. Para el actor, cuando entramos a la escuela de teatro, lo que más nos enseñan es a escuchar porque si uno no escucha en el escenario la obra no va a fluir.
-Sin desligarse de un papel y un personaje que le ha dado tanto amor del público, ¿cómo sobrelleva estos años después de haber sido parte de Betty, la fea?
-Al principio, seguramente, me incomodaba un poco, pero después de ver el cariño de la gente a la novela, a los personajes y, con los pies en la tierra, de ver que hicimos algo maravilloso de poder conectarnos, de presentar una historia universal de dos estratos; todos nosotros estamos felices de haber estado ahí. Yo seguiré agradeciendo porque era un Julio antes y otro después de Betty; como decimos en Colombia: me dio casa, carro, beca, una familia y una hija hermosa.
-El secreto es ese, que muchos se identifican con la historia, no pasa de moda...
-Nunca pasará. Como hoy (viernes 11 de marzo), que voy a tener la oportunidad de ver a Édgar Vivar, y compartir con alguien que hizo parte de toda nuestra vida. La comedia une lazos y países.
-¿Qué otros proyectos tiene además de la obra?
-La otra semana inicio el proceso de rodaje de una película en Colombia, esta sería como mi película número 11. Es con un director venezolano, es una comedia romántica que se llama Amor al vuelo. Hace dos semanas terminé una temporada de teatro en Bogotá con 100 funciones y, por ahí, tengo una invitación a un reality show, que estoy estudiando la posibilidad de si acepto o no.
-No solo trabaja en la comedia, hay otros géneros en su carrera...
-Acabo de hacer un taller de stand-up comedy con Catalina Guzmán, lo hice para saber de qué se trata, por curiosidad, pero quería saber cómo funcionaba, cómo se hacía. Creo que me fue bien, hice una rutina y eso no es solo subirse a un escenario a echar chiste, es subirse a contarle al público desde mi punto de vista cómo veo yo algo que ocurre en el mundo. En esta oportunidad la rutina la hice alrededor de la covid-19, yo no le eché la culpa a los chinos de la pandemia, sino que creo firmemente que la covid-19 la inventaron en Medellín.
-¿Por qué en Medellín?
-¡Ah, no! Vaya a ver la rutina o vengo yo acá y la hago en un teatro. Allí les cuento por qué la covid-19 se inventó en Colombia, exactamente en Medellín.
-Le gusta venir mucho a Costa Rica, ¿verdad?
-Mi pasaporte dice: “¡Otra vez ahí viene este man! Otra vez a hacer entrevistas”
-Pero es que también tiene otros proyectos en Costa Rica...
-Hicimos un trabajo maravilloso para Teletica que ya está terminando el proceso de edición, ojalá lo puedan ver este año, seguro vengo otra vez a hablar de este maravilloso proyecto que hicimos. También hicimos algo por ahí, un piloto... pero si me pongo a abrir la boca, después usted me pregunta que ¿pa’ cuándo? Pero sí, hicimos otra cosa en cuanto a presentación y actuación.
Festival Internacional de la Risa
La primera edición del Festival Internacional de la Risa (FIR) se realizará el sábado 23 y domingo 24 de abril en el Centro de Convenciones.
Con la presentación de los comediantes costarricenses Natalia Monge, Marcia Saborío y Carlos Ramos (El Porcionzón), el FIR arrancará el 23 de abril a las 7 p. m. En el evento, ellos protagonizarán un repertorio de stand-up comedy creado específicamente para la ocasión.
Ese día, además, se presentará Carlos ‘El Mono’ Sánchez, un humorista con más de 20 años de carrera artística.
Adicionalmente, la Orquesta Filarmónica será la acompañante de lujo, ya que cada uno de los humoristas echará mano de la agrupación musical integrándola a su presentación.
El Diván Rojo llegará a escena el día 24, a las 3 p. m.
Las entradas para el Festival de la Risa están a la venta en www.eticket.cr. Los precios van desde los ¢15.000 hasta los ¢39.000. El público podrá escoger entre la zona de mesas o las diferentes secciones con sillas (no incluye cargo por servicio).
