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Fernando del Paso no es historiador y, sin embargo, la historia es el centro de gravedad de su prosa. Para contarla en sus novelas –también ha publicado ensayos y poemas–, el mexicano no ha escatimado en excesos: sus libros son gruesos tomos, abundantes en puntos de vista y en largas referencias bibliográficas.
Desarrollar su “barroquismo” le ha valido destacados reconocimientos. El más reciente es el Premio Cervantes, anunciado este jueves 12 en España.
El galardón convierte a Del Paso en el sexto mexicano que lo recibe en sus 30 años; el primero lo recibió Octavio Paz en 1981 y la anterior fue Elena Poniatowska en el 2013.
El escritor acogió las noticias en su casa de Guadalajara; se enteró de boca de su hija Paulina, quien lo llamó por teléfono desde Estados Unidos.
“Este premio, que es el más importante de lengua castellana, es una especie de culminación de los reconocimientos que he tenido”, aseguró a la agencia de noticias AP, mientras recibía a medios internacionales, todavía vestido con pijama.
Con un pie en su natal México y el otro en su segundo hogar, Costa Rica –tierra donde reside su única hermana, Irene–, Del Paso cumplió 80 años en abril.
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Según su sobrino, el pintor costarricense Joaquín Rodríguez del Paso, los últimos dos años han sido difíciles para la salud del escritor, pues ha sobrevivido a dos derrames cerebrales.
“Es un milagro de la naturaleza; este hombre tuvo un cáncer de testículo a los 27 años. Tuvo un infarto en París a los 54”, dijo. “Tiene la salud frágil, pero también una mente extraordinaria que lo mantiene vivo”.
En entrevista con la agencia EFE, el mexicano narró las dificultades que significaron esos últimos golpes a su salud. “Al principio, perdí el habla, ya la recuperé por fortuna, gracias a una terapeuta, y todavía camino con dificultad, pero estoy lúcido”.
En el 2007 anunció que iba a dejar de lado la creación novelística. No es de extrañar, considerando los años de investigación que cada una de sus novelas requirió.
Su escritura compleja lo ha alejado de las masas, pero lo ha convertido en un autor favorito de quienes se dejan enamorar por su lenguaje poético y el minucioso detalle histórico de su obra.
Curiosamente, en su juventud, el escritor renunció a terminar su carrera como médico. En su lugar vivió entre 1971 y 1985 en Londres y París. De 1971 a 1985, trabajó como productor de programas de radio; incluso, lo homenajearon por tal labor.
Maestría. El pináculo de su trabajo literario es Noticias del Imperio 1987), un elaborado mosaico de estilos (desde intercambios epistolares y hasta monólogos) para contar la vida del emperador mexicano Maximiliano de Estrasburgo y su consorte Carlota. Para escribirla requirió de casi 1.000 páginas.
Para muchos especialistas, tal novela es una de las obras más importantes de la literatura mexicana escritas en el siglo XX.
Las otras dos novelas que consolidaron su estilo, José Trigo (1966) y Palinuro de México (1977), son también una prueba de su exuberancia literaria.
Acerca de Palinuro de México , el escritor costarricense Carlos Cortés afirmó: “Algunos pasajes son un festín de la lengua. Es un escritor que rompe con la tradición latinoamericana de lo ceremonioso. Es sumamente desenfadado, satírico y humorístico”.
El buen humor es otro de los elementos que ha incorporado con gusto en su prosa. De Palinuro , por ejemplo, ha hecho alarde pues más de uno de los capítulos fue inspirado por algún chiste que, de joven, le pareció simpático.
“Toda su literatura es un gran homenaje a México, enorme, son siempre novelas de amor a México”, considera la escritora Elena Poniatowska .
Ha merecido los premios Xavier Villaurrutia (México, 1966) por José Trigo ; el Internacional de Novela Rómulo Gallegos (Venezuela, 1982) por Palinuro de México ; el Casa de las Américas (Cuba, 1985), el Médicis de novela extranjera (Francia, 1986) y el Mazatlán de Literatura (México, 1987) por Noticias del Imperio .
Sin ejemplares. Consultadas al respecto, las librerías Lehmann, Internacional y Nueva Década confirmaron que a la fecha no tienen ejemplares nuevos de las obras de Fernando del Paso.
