
AP. Ni Goya ni obra maestra. El Museo del Prado declaró esta tarde que lo más probable es que el célebre cuadro El Coloso no haya sido pintado por Francisco de Goya. sino por uno de sus discípulos.
Así la obra que, desde su llegada al museo en 1931, fue aceptada y admirada como la máxima expresión del Goya moderno y se fue convirtiendo en una de las obras más citadas en su bibliografía y de las más populares, llegando a ser ilustración obligada, en España, de la guerra de la Independencia perdió todo mérito.
En un extenso informe publicado en la página web de El Prado, Manuela Mena, experta en la obra de Goya y responsable del estudio, argumentó razones de estilo para sostener una hipótesis que venía defendiendo desde el año pasado: el autor de ‘El Coloso’ es el pintor valenciano Asensio Juliá, conocido desde finales del siglo XVIII como ayudante principal del taller de Goya.
El informe subraya que las escasas obras conservadas de Juliá tienen por firma iniciales similares y una grafía muy parecida a las siglas A.J. que tras el análisis riguroso fueron descubiertas en la parte inferior del cuadro.
“El cuadro presenta desde su misma base un modo de trabajo distinto al de Goya, revelando por comparación con sus obras, una mano y concepción de las figuras y el espacio diferente a la suya”, explicó Mena en el informe.
En superficie, sin embargo, el cuadro está pintado claramente a imitación del estilo del maestro, lo que ha ayudado a mantener el error sobre su verdadera autoría, añadió.
La pintura se fechó como anterior a 1812, lo que facilitó su vinculación con la Guerra de la Independencia entre España y la Francia de Napaleón (1808-1814) conflicto que dio lugar a algunas de las obras más renombradas del genio aragonés, como la serie ‘Los desastres de la guerra’, ‘La carga de los mamelucos’ y ‘Los fusilamientos del 3 de mayo’.
El estudio va más lejos: el análisis de Mena sostiene que las pinceladas de ‘El Coloso’ son lentas, titubeantes y poco fluidas.
“Visto con luz adecuada, se hace manifiesta la pobreza de su técnica, de su luz y colorido, así como la marcada diferencia de El Coloso con las obras maestras, de atribución documentada de Goya”, afirmó.
Mena considera que la enorme figura del gigante que domina el cuadro fue resituada varias veces por la brocha del pintor, evidenciando dificultades en el dominio del espacio, la fisonomía y la expresión.
“Ese modo de hacer indica un proceso de creación lento e indeciso, no directo ni sabiendo de antemano lo que se pretende. Su autor no está seguro de lo que va a hacer y cómo lo va a hacer, dudando de los resultados”, aseguró.