FRANCE-BULLFIGHTING-ARLES-TOMASITO The Spanish matador, Juan Mora, makes a pass to a bull during a corrida, on April 23, 2011 in the Arles Arena, during the easter feria. Bullfighting was declared a part of the immaterial cultural heritage of France on April 22, 2011 by the French culture minister, a recognition which was deeply denounced by the national Antibullfighting Alliance. AFP PHOTO / ANNE-CHRISTINE POUJOULAT (ANNE-CHRISTINE POUJOULAT)
París y Marsella. AFP y EFE. Francia inscribió las corridas de toros en su lista de Patrimonio Cultural Inmaterial, informó el Observatorio Nacional de las Culturas Taurinas (ONCT), según el cual con esa decisión se convierte en el primer país que incluye la tauromaquia en un inventario de ese tipo.
Una comisión reunida por el Ministerio de Cultura aceptó la solicitud enviada por el ONCT, basada en los requisitos de la Unesco, y su aprobación “constituye el reconocimiento institucional del valor cultural de la tauromaquia”, según un comunicado del OCNT.
Esta inscripción corrobora en términos científicos y culturales la legislación gala que desde hace tiempo legaliza las corridas en las regiones donde existe una tradición local ininterrumpida, y consagra la excepción cultural que conduce a la ley a descartar su prohibición en esas zonas.
“La tauromaquia está inscrita en la lista del patrimonio cultural inmaterial francés, por lo que Francia se convierte en el primer país taurino del mundo en llevar a cabo esta iniciativa que, es importante subrayar, obedece exclusivamente a criterios científicos”, dijo en un comunicado el presidente del observatorio, André Viard.
El expediente presentado por el ONCT destacaba que las corridas “reflejan la sensibilidad específica de cada uno de los pueblos y comunidades que la comparten, que pertenecen a las artes del espectáculo y que constituyen el núcleo de numerosas fiestas locales”.
El Observatorio señaló también que “en su organización y desarrollo la fiesta está basada en el respeto que los ganaderos, toreros y aficionados sienten por el toro durante su lidia y su cría”, y consideraba que la conservación de la riqueza ecológica de los espacios en los que habitan “está condicionada por la supervivencia de la corrida”.
Las corridas se introdujeron en Francia en el siglo XIX y siguen vigentes en cuatro regiones del sur: Aquitania, Medios Pirineos, el Languedoc-Roussillon y en Provenza Alpes Costa Azul, donde cada año se celebran festejos en 47 ciudades.
La decisión fue criticada por organizaciones defensoras de animales: “El aval vergonzoso del Estado francés es la confesión que nuestros dirigentes no obedecen a las aspiraciones y a la opinión de la mayoría de los franceses”, denunció Claire Starozinski, de la Alianza Anticorrida , en un comunicado.