Tres de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo son de América Latina: las ruinas de Machu Picchu, en Perú; la estatua del Cristo Redentor de Río de Janeiro, en Brasil, y la pirámide de Chichén Itzá, en México.
Las otras cuatro están repartidas por el resto del mundo y se trata de la Gran Muralla de China, las ruinas de la Ciudad Roja de Petra (Jordania), el Coliseo Romano (Italia) y el Taj Mahal (India).
Esta nueva lista se confeccionó con base en la elección de 100 millones de personas alrededor del mundo y se anunció ayer en una gran ceremonia en Lisboa, que estuvo llena de actores y cantantes famosos.
Alegría, júbilo y tristeza. Después de muchos meses de expectativa y polémica por el concurso lanzado por el millonario suizo Bernard Weber, las nuevas maravillas causaron ayer gran conmoción, sobre todo en América Latina.
Miles de peruanos y turistas en Cuzco celebraron con bailes y alegría la elección de Machu Picchu como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo, mientras los chilenos lamentaban que los moais de la isla de Pascua no hubiesen conseguido los votos necesarios para entrar en la lista.
Incluso, el Palacio de Gobierno de Lima abrió sus puertas para celebrar esta elección. En su patio se formó una gran fiesta, donde bailó hasta Alan García, el presidente peruano.
En un discurso improvisado, García dijo: “Sentimos que nuestra patria entra con pie grande al concierto de las naciones”.
En Brasil, una multitud de más de 200.000 personas, que asiste al concierto Live Earth en Río de Janeiro, estalló en júbilo cuando les avisaron que el Cristo Redentor, que no figuraba en ninguna quiniela como favorito, también fue seleccionado.
Los mexicanos celebraron la declaratoria de Chichén Itzá con gritos de júbilo, banderas mexicanas ondeando al aire, bailes y cantos de la cultura maya. De hecho, unas 6.000 personas se reunieron desde temprano en ese sitio arqueológico a la espera del anuncio y, tras la buena noticia, festejaron a lo grande.
Por supuesto, no todo fue alegría: Chile lamentó que los moais de la isla de Pascua no hubiesen conseguido los votos necesarios para poder formar parte de la lista.
Asimismo, la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Rosa Torres, confesó estar “decepcionada ” , ya que la Alhambra de Granada no obtuvo el título de maravilla.
Largo proceso de elección. Las nuevas siete maravillas se eligieron con millones de votos realizados a través de Internet y de mensajes de texto de teléfonos celulares.
Esta campaña fue lanzada en 1999 por el empresario suizo Bernard Weber. Él creó una fundación, llamada New7Wonders , que recogió unas 200 edificaciones, monumentos y sitios candidatos de todas las latitudes del mundo.
Un jurado de expertos estudió las propuestas y escogió a 21 finalistas, donde estaban la Acrópolis de Atenas, en Grecia; Angkor, en Cambodia; la Estatua de la Libertad, en Estados Unidos; la Torre Eiffel, en Francia; Hagia Sophia, en Turquía, y el Kremlin y la catedral de San Basilio, en Rusia, entre otros.
Sin embargo, los organizadores tuvieron que reducir la lista a 20, ya que sacaron de la elección a las pirámides de Giza, las cuales se ganaron su título de maravilla desde la lista original creada por los historiadores y poetas griegos, unos 200 años antes de Cristo.
Aún entre una lluvia de críticas de especialistas y la oposición de la UNESCO, este concurso fue un éxito: convocó a 100 millones de votantes y tuvo al mundo pendiente de la ceremonia del anuncio, la cual fue transmitida a 1.600 millones de telespectadores en 170 países.
