“Todo el mundo es lo eterno que se merece ser”, dice la bailarina Gabriela Dörries. Diez años después del fallecimiento de una de las bailarinas más emblemáticas de la historia de la danza costarricense, Cristina Gigirey (madre de Gabriela), su legado sigue estando más que presente.
Bajo la dirección de Dörries, el grupo independiente Danza Abend revivirá cinco coreografías de la maestra, coreógrafa y bailarina este sábado 18, en el Teatro Nacional.
Antología , un espectáculo único que se verá a partir de las 8 p. m., será una memoria del legado y trabajo artístico de la maestra, en manos del grupo independiente que creó hace 33 años.
Gigirey, nacida en Uruguay, es considerada pionera de la danza contemporánea en el país. Debutó a los 16 años en el Ballet de Cámara de Montevideo; en Costa Rica creó la agrupación Ballet Moderno de Cámara, en 1975, y en 1979 colaboró en la creación de la Compañía Nacional de Danza . Cuatro años más tarde fundó su grupo independiente, el mismo que le rendirá tributo esta noche.
“Mi mamá muchas veces dijo que Danza Abend era Cristina Gigirey. Cuando murió, como yo tenía eso metido en la cabeza, dije: ‘Diay sí, ya Cristina no está, ¿qué vamos a hacer?... Renovarlo”, cuenta Gabriela, quien tomó la dirección del grupo tras la muerte de su madre en el 2006.
Las cinco coreografías seleccionadas para este espectáculo forman parte del repertorio conformado por las más de 35 coreografías creadas por Gigirey en Costa Rica, en su mayoría, bajo la marca Danza Abend.
“Siempre fue muy enfática en mostrar las obras de repertorio”, comenta. “Decía que las obras eran como un parto, como tener un hijo. Creía que era tanto trabajo emocional, físico y mental que se ponía en una coreografía desde la creación, la búsqueda de la música, de la temática y el trabajo con los bailarines, que no tenían que ser desechables”.
Explica que las temáticas que tocan las coreografías creadas por su madre son de relevancia universal y son parte del extenso repertorio que se ha bailado a través de los años.
¿Cómo se desempolvan coreografías realizadas hace tantos años? Para Gabriela, con el recuerdo. “Me las sé todas de memoria. Hay un apoyo de video, pero la ventaja es que se han bailado tantas veces que la mayoría me acuerdo y la mayoría las bailé”.
Para ella, parte esencial de este tributo es mantener vivo el repertorio. “¿Por qué mi mamá decía que el repertorio tiene que seguir vivo? Porque cree que las coreografías que ella creó, desgraciadamente, todavía son muy actuales”, dice. Algunas hablan de machismo, otras de violencia, otras de guerras, pero, sobre todo, todas están creadas para sentir, pensar y reflexionar.
El programa presentará obras como Grito y pulsaciones del recuerdo (1999), Las madres (1986), Aquel soldado (1985), Aquella mujer (1985) y una de las más conocidas, La casa de Bernarda Alba (1978).
“Hay tantas obras que quiere tanta gente que pensar cuáles son las más representativas es imposible, porque, además, hay gustos para todo mundo”, cuenta. Bajo su juicio, seleccionó algunas de las más representativas
Sello Dörries. Aunque serán las mismas icónicas coreografías creadas hace décadas por Cristina Gigirey, su hija se encargó de adaptarlas y actualizarlas. Darles su toque personal.
A fin de cuentas, lo que busca no es imitar a su madre, sino continuar su legado, aceptando las diferencias entre ambas. Para ella, su mamá era una persona muy profesional y seria al dirigir; Gabriela en cambio, se describe como una directora más maternal.
“Yo creo que yo estoy en danza y haciendo esto porque mi mamá nunca me obligó. Nunca me dijo algo como: ‘Usted tiene que ser bailarina, tiene que seguir mi legado’. Más bien siempre fue muy enfática en decirme: ‘Si yo algún día no estoy y vos querés dedicarte a hacer macramé, hacés macramé’. Eso fue algo chiva, porque todo esto ha surgido porque a mí me da la gana. Ese es mi nuevo lema”, cuenta.
Según Gabriela, la vida de Gigirey giraba entorno a la danza. Para ella, es una parte muy importante, pero no lo único. “Mi mamá sin la danza se hubiera muerto; para ella lo era un todo. Ella acopló su vida y su familia a la danza, yo no. Yo me acoplo a mi familia y la danza viene detrás. Es muy importante, a mí la danza me hace muy feliz, pero si en algún momento no tengo que hacerlo... estaría más triste si no tengo a mi familia, veámoslo así”.
Recuerdo. Tras morir Cristina y después de tres años a la cabeza de Danza Abend, Dörries necesitaba un descanso. La academia cerró.
“En el 2014, cinco años después, me llama Inés Revuelta, directora en ese momento del Teatro Nacional. Me dice que para el Festival de Coreógrafos , en la categoría de Homenaje, quiere dedicárselo a mi mamá”.
Uno de los requisitos era presentar una obra del coreógrafo al que se le rendiría homenaje y así montaron una de sus obras. El grupo se unió nuevamente, pero para esa ocasión.
En marzo del 2015 fueron seleccionados para ser parte de la cartelera de Teatro al Mediodía en el mismo lugar, esta vez con las coreografías Proceso y con La casa de Bernarda Alba. El público los recibió con los brazos abiertos.
Una vez más, aprovechando una fecha tan importante, el grupo decide volverse a unir. “Este año mi mamá cumple diez años de fallecida. Diez años es mucho tiempo y a la vez no es nada”, dice. “Cuando hablé en el homenaje del festival dije que mucha gente pensaba que era una lástima que le hiciéramos el reconocimiento cuando ya mi mamá había fallecido. Dije que los homenajes se hacen cuando las personas están listas para hacerlos”. Y Abend, ya está listo.
“¿Por qué solo una función? Bueno, porque recalco en negrita que somos un grupo independiente. Ha habido muchísimo apoyo del Teatro Nacional pero no es una coproducción”, agrega Gabriela.
“Espero que el público lo disfrute, es un espectáculo con muchísimo cariño. Nosotros somos lo que somos en danza por los que estuvieron antes”, enfatiza. “No solo mi mamá, sino también Elena Gutiérrez, Marco Lemaire, Jorge Ramírez, Nandayure Harley, Marta Ávila y muchos más”, concluye. “El evento no es solo una actividad para recordar a mi mamá, sino también todas las personas que también fueron Danza Abend y que se sienten orgullosas del grupo. Es un homenaje a todos. Es un homenaje a lo que representa Danza Abend para este país”.