Michael Kovak tiene dudas teológicas; su fe se tambalea con insistencia y parece que no parará de hacerlo. ¿Existe realmente el diablo?, ¿será el exorcismo una completa farsa?, piensa.
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“Usando su propio escepticismo como armadura, Michael desafía a sus superiores al buscar respuestas en la Psiquiatría, en lugar de la demonología, para tratar a los supuestos poseídos”, explican las notas de producción del filme, concedidas por la distribuidora Discine.
Como muchos incrédulos, el hombre tiende a creer que el diablo es un símbolo cósmico del mal, y no un espíritu inteligente y libre dedicado a cometer atrocidades con las almas.
Sin embargo, cuando Kovak se convierte en el aprendiz del afamado padre Lucas (Anthony Hopkins), las cosas empezarán a cambiar y de forma radical. El singular sacerdote tiene fama de haber ejecutado decenas de exorcismos y tiene mucho que enseñarle al escéptico practicante.
“Un problemático caso que parece trascender hasta las propias habilidades del padre Lucas, comienza a tejer un fenómeno que la ciencia no puede explicar o controlar' y una maldad tan violenta y aterradora, que lo fuerza a cuestionarse todo en lo que cree”, agregan las notas de producción del filme.
Lo que se sabe es que en el 2007, el Vaticano habría tomado la decisión de formar exorcistas, con el fin de disponer al menos de un sacerdote especializado en cada diócesis.
El periodista Matt Baglio –guionista del filme– se enteró del tema y posteriormente se dedicó a escribir una ficción acerca de ello.
Según el diario
“Lo que me intrigó acerca del padre Lucas fue preguntarme cuál era su verdadera posición en el mundo de la teología. Es un jesuita, pero posee múltiples dimensiones”, dijo Hopkins, quien ganó un Óscar a mejor actor por
“Era un tema interesante, no sabía nada de exorcismos, pero pensé que era un buen guion, basado en hechos reales ”, agregó Hopkins.
Cuando Kovak conoce al padre Lucas, no sabe qué pensar acerca de particular sacerdote.
El veterano cura es un hombre iracundo e impaciente; incluso, él parece divertirse con la mezcla de seguridades y vacilaciones del sacerdote más joven.
En cierto momento, el padre Lucas le dice a Kovak que “disfrute sus dudas, que sea amigo de ellas”, porque serán las mismas que lo impulsarán cuando se encuentre en una situación verdaderamente comprometida con el demonio.
El director Håfström sostiene que Hopkins es el verdadero centro de gravedad de la película, ya que el espectador demora en saber realmente quién es. ¿Será una especie de mago, un genio, un charlatán o, más bien, una mezcla de todo eso?