A veces hay un hombre que encaja perfectamente en un momento y un lugar. Ese hombre es Jeff Lebowski y ese lugar es la ciudad de Los Ángeles durante la década de los noventa.
Esta es la historia de The Dude, His Dudeness o Duderino. El fino o El nota para los que vimos The Big Lebowski por primera vez doblada por Repretel, un domingo después de la mejenga vespertina.
Al Dude lo inmortalizó el actor Jeff Bridges bajo la dirección de los hermanos Ethan y Joel Coen. La cinta se lanzó en las salas de cine el 6 de marzo de 1998.
En ese entonces la película recaudó $46,5 millones, no poco, pero tampoco un éxito para la época. Prácticamente pasó desapercibida. Sin embargo, años después de su estreno, Lebowski, tanto película como personaje,se convirtieron en un fenómeno venerado por miles de personas alrededor del mundo.
Lebowski es un tipo que disfruta de un estilo de vida perezoso, sin preocupaciones ni sobresaltos. El protagonista de esta historia se pasa el día en la sala de su casa, acostado sobre una alfombra lujosa mientras se toma un ruso blanco (vodka, licor de café, leche y hielo).
La noche la invierte en su hobby, los bolos, el cual practica con otros inadaptados sociales, un veterano que no supera la guerra de Vietnam (John Goodman) y un perdedor llamado Donny (Steve Buscemi).
Este personaje se puede permitir vivir de la "hablada", a puro cuento. Cuando alguien le pregunta por sus ingresos, Lebowski da la explicación “sabés, hago un poco de esto y un poco de aquello”. The Dude no se traza metas altas ni ambiciones pero es un hombre feliz y satisfecho con lo poco que tiene, unos lo llamarán perdedor otros profeta.
La trama arranca con la desaparición de una actriz porno, quien es la esposa de un millonario que por casualidad es el tocayo de Jeff Lebowski, dando origen a un enredo que se iría complicando a medida que avanzan los minutos. The Dude como su carro, un Ford del 73, sufrirán bastante castigo físico durante todo el largometraje y apenas saldrán completos.
Película de culto
Se podría decir que la séptima película de los Coen alcanzó su auge gracias a la Internet, basta con escribir “Big Lebowski memes” en el buscador de Google para encontrar una robusta biblioteca de imágenes y GIFs.
La popularidad de este largometraje raya en lo ridículo en los Estados Unidos, donde se celebra el Lebowski Fest. Esta es una convención de fanáticos, que no tiene nada que envidiarle a otros encuentros de geeks y coleccionistas.
La mecánica es sencilla: los asistentes llegan disfrazados de los personajes de la cinta y así recordar escenas memorables . El de este año se celebrará en mayo, Los Ángeles.
En más de una ocasión el mismo Jeff Bridges junto a otros integrantes del elenco como John Goodman y Steve Buscemi han llegado a la convención para firmar autógrafos y compartir con los aficionados. Años después del estreno, Goodman aseguraría a la ABC que The Big Lebowski fue su película preferida en las que ha trabajado.

Las extravagancias no se quedan en un solo festival, pues hay hasta un religión bautizada como ‘el Dudeismo’’, cuyos adeptos tratan de imitar la tranquilidad de Lebowski, la clave está en no tomárselo tan en serio.
Pero, ¿es buena película?
La película tiene un 70% en Metacritic, sitio que genera un promedio de todas las calificaciones de la prensa especializada.
Es evidente que esta cinta ha generado controversia entre los críticos. Los detractores de la película la ven como una broma de los Coen; por otro lado hay gente que encuentra virtud en lo absurdo del argumento.

“Casi todo en el The Big Lebowski es una demostración del método bizarro que utilizan los Coen para llamar la atención. Los Coen no hacen chistes, ellos hacen las ideas para chistes pero no las terminan de amarrar. Hasta la misma noción que The Dude percibe el mundo a su manera casi nunca llega a materializarse ”, escribió el crítico de cine Owen Gleiberman para Entertainment Weekly.
Gleiberman recuerda que los Coen habían alcanzado popularidad con la predecesora de Big Lebowski, Fargo, la cual ganó dos premios Óscar –mejor guión y mejor actriz por el papel interpretado por Frances McDormand–. Antes de Fargo, los Coen eran reconocidos en festivales más cinéfilos, por obras como Blood Simple (1984 y el debut de McDormand, esposa de Joel, en la gran pantalla) y Raising Arizona (1987).
El crítico de Entertainment Weekly afirma que con The Big Lebowski los Coen regresaron a una zona de confort y a un estilo que solo ellos entienden.
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Por su parte, la columnista de The New York Times Janet Masilin elogia el sentido del humor y la originalidad de los Coen. Maslin destaca que ninguna otra película ha logrado ser tan memorable con una estructura tan extraña o compleja.

Una de las muestras que la influencia de esta película aún perdura es que este año se estrenará la película Going Places, dirigida y producida por John Turturro. Esta cinta es un spin off de The Big Lebowski y se enfocará en Jesús Quintana, el excéntrico rival de The Dude en los bolos.
Quizá la magia de esta película radica en la ausencia de una moraleja y en la inexistente invitación a la reflexión. The Dude seguirá siendo The Dude y nosotros no habremos aprendido nada.
