La jungla cinematográfica esta de luto. Chita, el astuto chimpancé que a inicios de la década de 1930 protagonizó películas de Tarzán, murió a los 80 años, informó una reserva animal de Florida, en EE. UU.
El Suncoast Primate Sanctuary de Palm Harbor, indicó que Chita falleció el 24 de diciembre a causa de insuficiencia renal que la afectó durante varios días.
“Con gran tristeza, la comunidad ha perdido a un querido amigo y miembro de la familia... Al Santuario, residentes y voluntarios les gustaría agradecer a todos los miembros de la comunidad por su continuo apoyo para ampliar nuestro legado”, informó la reserva, en su perfil de Facebook.
De 1932 a 1934, el longevo chimpancé participó en los filmes
Las historias de Tarzán, basadas en la obra del escritor Edgar Rice Burroughs, dieron lugar a veintenas de películas y, pese a que en las novelas originales no aparece Chita, el personaje fue añadido por la industria cinematográfica para darle un aporte cómico a la saga.
La noticia revivió las críticas de quienes siempre han dudado de su verdadera identidad y aseguran que esta Chita (Cheetah, en inglés) no apareció en ninguna película.
Amparados en el hecho de que los chimpancés viven una media de entre 40 y 50 años, sus detractores sostienen que el animal fallecido el viernes tenía medio siglo de vida.
Otros recurren a la investigación realizada hace cinco años por el periodista R. D. Rosen, de
Según la biografía oficial, el verdadero nombre del primate era Jiggs y había nacido en 1932 en Liberia. Su primer dueño, Tony Gentry, se lo trajo de África escondido bajo la chaqueta en un vuelo trasatlántico de Pan Am, y participó en películas hasta 1967.
Sin embargo, en el 2007, mientras recopilaba datos para escribir su libro, Rose comenzó a ver que las fechas no le coincidían, y concluyó que Jiggs podía ser un fraude.
“Lo que sí es seguro es que no fue un único chimpancé el que interpretó a Chita en aquellas películas de Tarzán. Varios simios se alternaban en el rodaje y, generalmente, había al menos dos en el plató de grabación”, aclaró la agencia
Críticas aparte, desde que se supo la noticia del fallecimiento, el refugio de Suncoast ha recibido condolencias desde todas partes del mundo y en diferentes idiomas.
“Crecí con ustedes, recuerdo cómo hacías reír a Tarzán, te echaremos de menos, ahora tú y Tarzán (Johnny) están juntos de nuevo para siempre. ¡Siempre estarás en nuestros corazones!”, le escribió un seguidor en Facebook.
“Descansa en paz, Chita, gracias por todos los momentos de alegría que nos diste con tus continuas travesuras”, agregó otro fanático, en el sitio web de la reserva.
Cobb afirmó que el chimpancé “era extrovertido, amaba pintar con sus dedos, ver reír a la gente y mirar futbol americano, y se calmaba escuchando música cristiana”.
Aunque Cobb dejó claro que Chita no era problemático, un voluntario de la reserva animal Ron Priest relató al diario estadounidense que, cuando le disgustaba algo, le daba por lanzar heces.
Con todos sus bemoles, el chimpancé era la imagen del Santuario, incluso tenía su propia cuenta de Twitter, en la que reconocía ser solo “uno de los chimpancés utilizados en las películas de Tarzán a principios de los años 30.
“¡Compañeros primates! La reserva estará abierta en Navidad. Vengan a celebrarlo con nosotros”, dijo en el último mensaje colgado en la red social, el día 22 de diciembre, dos días antes de que su estrella se apagara para siempre.