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Madrid. EFE y AFP. El productor de cine español Elías Querejeta, que produjo varias películas de Carlos Saura, entre otras, falleció ayer a los 78 años, anunció el presidente de la confederación de productores audiovisuales españoles (FAPAE), Pedro Pérez, en su Twitter.
“Ha fallecido Elías Querejeta. El Productor. Único miembro de honor de FAPAE. Descansa en paz amigo”, escribió Pérez en la red social, suscitando de inmediato numerosas reacciones.
Según la prensa española, Elías Querejeta murió el domingo por la mañana en Madrid.
Guionista, descubridor de actores y productor de innumerables películas que sortearon la censura franquista, Elías Querejeta produjo, entre muchas otras, La Caza (1966) y Cría cuervos (1976), de Carlos Saura , así como El espíritu de la colmena , de Víctor Erice (1973).
Además de hombre esencial del cine español, Querejeta, nacido en Hernani (País Vasco), fue futbolista de la Real Sociedad de San Sebastián en los años 50, como recordó el diario El País en su edición digital.
Siempre que podía, Querejeta contaba su famoso gol al Real Madrid en el campo de Atocha el 9 de octubre de 1955: “Di Stéfano me felicitó en el centro del campo con un ‘Vaya gol, pibe’”, relata el diario.
Legado. La muerte de Querejeta deja un vacío imposible de llenar en el cine español y un vasto legado marcado por el compromiso y el profesionalismo, sin el que es imposible entender el proceso de modernización del cine español y la revolución del cine de autor, dicen los expertos.
Elías Querejeta fue alabado por sus compañeros como el gran productor del cine español y una de las figuras imprescindibles de la cinematografía española de la última mitad de siglo.
Con una clara visión de lo que debía ser el séptimo arte, el cineasta vasco deja tras de sí un legado formado por más de medio centenar de obras, muchas de ellas referentes de la edad de oro del cine.
“Se ha ido el Elías Querejeta, productor, y también Elías Querejeta, mi padre”, declaró visiblemente afectada su hija, la directora Gracia Querejeta , que había dedicado a su padre su última película Quince años y un día, en la que el histórico productor ya no había podido trabajar.
Junto a su familia, multitud de personalidades del mundo de la cultura y la política lamentaron la pérdida del cineasta, quien comprometió su carrera a poner la realidad delante del espectador.
El director de la Academia de Cine, Enrique González Macho, destacó su trayectoria atrevida desde la época “más oscura” del franquismo, cuando en España se hacía un cine plano .
El productor y director Gerardo Herrero dijo que de él aprendió el oficio de productor y la necesidad de cuidar las películas, como producto industrial y artístico a la vez, ya que consideraba que su trabajo no se reducía a “buscar dinero, sino a lograr la calidad de películas que tenían historias que contar”.
El director Imanol Uribe señaló que Querejeta es un referente de tres décadas del cine español brillante: la de los 60, 70 y 80, que no se podrían explicar sin él.
Por la capilla de velación en Madrid también pasaron a darle el último adiós otras personalidades del mundo del cine como las actrices Gemma Cuervo y Marisa Paredes; el director Fernando León de Aranoa y el actor Juan Diego Botto.
Este último, convencido de que con su muerte se va una figura de productor que ya casi no existe en España, porque él era un creador, no solo ponía el dinero. También presentó sus respetos el periodista Iñaki Gabilondo, para quien su amigo Elías modernizó e internacionalizó el cine español .
Los Reyes y los Príncipes de Asturias enviaron hoy sendos telegramas de condolencia a la viuda y a la familia de Querejeta, en los que expresan su pesar por el fallecimiento del cineasta, informaron fuentes de la Casa del Rey.
También personalidades del mundo de la política lamentaron la pérdida del cineasta. Por ejemplo, el ministro de Cultura José Ignacio Wert le definió como comprometido y fanático de la calidad e idealista de su oficio.
Querejeta, en cambio, explicaba su trabajo así en la revista Triunfo en 1973: “Produzco películas que están al tope con los límites dentro de lo que se puede producir, poniendo en juego para ello todos los resortes mentales y materiales que tengo en mi mano”.
