
Después de producir tres telenovelas –y tres más que están en proceso de grabación en distintos países– basadas en la trama de Sin tetas no hay paraíso, muchos dirían que la historia ya no daba para más, pero se equivocaron, pues hoy regresa al país y esta vez en la pantalla grande.
La nueva versión para cine de la narconovela colombiana de Gustavo Bolívar se estrena hoy en los cines de San Pedro, Terramall, Desamparados, Grecia, Paraíso y Liberia.
El filme dura una hora y 40 minutos, y es traído al país por la Distribuidora Romaly.
Sin tetas no hay paraíso no solo está basado en el libro de Bolívar, sino que él también hizo la adaptación del guion, en lo cual duró tres años, y dirigió esta producción.
“Cuando escribí Sin tetas no hay paraíso, la novela, la de papel, siempre tuve claro que su argumento solo podía ser interpretado a cabalidad por el cine”, comentó Bolívar en un comunicado de prensa distribuido por Romaly.
Según Bolívar, esta versión cinematográfica, producida por Amazonas Films y RTI, se apega mucho más a la historia del personaje principal, Catalina.
“Solo la irresponsabilidad y el desquicio del cine pueden mostrarle al mundo una Catalina adolescente cometiendo locuras, para responderse a sí misma las preguntas que le plantea una sociedad (...) Esa es la herencia nefasta del narcotráfico”, comentó Bolívar.
Sin tetas no hay paraíso narra la historia de Catalina, quien envidia a las jovencitas de su barrio con busto grande, pues ellas ganan mucho dinero gracias a los favores sexuales que les hacen a los narcotraficantes.
Para ingresar en ese “paraíso”, Catalina se acerca a Yésica, una proxeneta, quien le concreta una cita con El Titi, narco en ascenso, quien la rechaza por tener senos pequeños, pero le plantea un reto, que requiere toda su creatividad, a cambio de sus deseados implantes.
Los actores. El elenco de esta película lo conforman: Isabel Cristina Cadavid, como Catalina; Juan Sebastián Calero, es Albeiro; Linda Lucía Callejas, hace de doña Hilda; y Francisco Bolívar, es Byron.
El papel de Yésica, apodada como la Diabla, lo interpreta Linda Baldrich; mientras Oscar Borda hace de Pelambre; Gregorio Pernía encarna a Caballo; Santiago Moure es Morón; y Herbert King es Cardona .
El rodaje de esta película se llevó a cabo durante nueve semanas en locaciones en las ciudades de Bogotá, Girardot y Santa Marta, en Colombia.