Han pasado seis años desde que en el 2013 las hermanas Elsa y Anna llegaron por primera vez a las salas de cine para arrasar con la taquilla y convertir a Frozen en la película animada más exitosa de todos los tiempos.

La aventura no acabó allí; este jueves 21 de noviembre las hermanas estarán de regreso con la intención de volver a convertirse en un éxito taquillero.

Elsa ha aprendido a controlar sus poderes, ya no necesita utilizar guantes para tocar algo sin congelarlo. Incluso en Arendelle ya todos saben que la reina posee un don que, durante años mantuvo oculto, por temor a que la persiguieran por ser diferente.

Las emociones han cambiado para la hermana mayor: ahora es más segura, no se esconde y lleva hasta el límite su capacidad de hacer magia.

Anna, por su parte, sigue siendo la misma aventurera y eterna optimista. Ahora es más feliz pues su relación con Elsa es cada día mejor; ambas se cuidan y se apoyan.

Esta vez la historia va más allá y ahora Anna, Olaf, Kristoff y Sven se sumergirán en una nueva aventura, liderados por Elsa.

Los poderes.

El camino de esta secuela está marcado por sola pregunta: ¿por qué Elsa tiene poderes mágicos?

La interrogante será la hoja de ruta para que hermanas y entrañables amigos sostengan esta nueva entrega por casi dos horas.

"Elsa es un personaje fascinante con esta capacidad milagrosa de aprovechar el poder de la naturaleza. Esa conexión siempre ha estado ahí. Pero ella no tiene idea de por qué. Entonces, no importa cuán feliz esté Elsa de abrazar finalmente sus poderes y estar con su hermana, Anna, sus amigos y la gente de Arendelle, ella se encuentra inquieta”, detalla el codirector del largometraje, Chris Buck.

Para esta secuela, Elsa escuchará una voz que nadie más oye y, aunque en un principio quiere bloquearla, posteriormente intentará saber de dónde proviene.

“Muestra sus piezas del pasado. Promete respuestas sobre por qué es como es, por lo que es a la vez épico y un misterio, y se ve obligada a encontrar esa voz”, agregó la codirectora Jennifer Lee.

Adentrarse en lo desconocido, incluso para una reina fuerte como Elsa, hará que el personaje que conocimos en la primera película evolucione: ahora tendrá más coraje, pasión, valor e imaginación, todo para lograr obtener respuestas.

No lo hará sola, pues Anna no se quedará de brazos cruzados esperando a que su hermana regrese a casa, con los habitantes de Arendelle.

Será una historia en la que los poderes mágicos de Elsa son la llave para adentrarse en un bosque encantado, con paisajes inspirados en Noruega, Finlandia e Islandia.

"Visualmente, Frozen II apabulla (...) transforma un cuento sobre el amor fraternal en un relato fantástico de amplias miras y cargado de simbolismo. (...) digna secuela de un clásico”, comentó Yago García, crítico de Cinemanía.

Los especialistas.

Hasta ahora, la crítica del largometraje ha sido positiva y existe, en general, un sentimiento de satisfacción tras los primeros visionados de la cinta.

Entre las reseñas disponibles, la mayoría de críticos coinciden en que esta nueva entrega es completamente diferente a la primera aventura congelada, sin embargo, igual de cautivadora. Aún así, el resultado podría desaprovechar algunos elementos de este universo.

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“La historia revela el esfuerzo de Jennifer Lee por no repetirse: a veces proporciona imágenes e ideas que estimularán muchas imaginaciones juveniles, pero otras desaprovecha tanto el potencial de sus personajes como el de su cosmología”, dijo el crítico de Cinemanía.

Sin embargo, hay quienes se atreven a decir que Frozen II supera la historia del 2013, que cuenta con el mismo equipo técnico de la primera.

“El segundo Frozen es incluso mejor que el primero, con una animación deslumbrante y una partitura más madura y melodiosa. En lugar de repetir la película del 2013 y acumular complicaciones relacionadas con la capacidad mágica de la reina de congelarse con la punta de los dedos, comenzamos de nuevo con una nueva aventura fuera de la caja de hielo”, asegura Johnny Oleksinski, de The New York Post.

Y no es solamente cuestión de la historia, también la música es nueva y, según los expertos, las canciones están destinadas a ser tan exitosas como Libre Soy o ¿Y si hacemos un muñeco?

Entre los temas que desde ya empiezan a sonar se destacan Mucho más allá, Perdida en el bosque y Algunas cosas nunca cambian.

Exitosas.

A esos temas se les debe buena parte de la popularidad de Anna y Elsa, quienes se han convertido en dos de las más icónicas princesas de Disney de los últimos tiempos. Cada una tiene características muy particulares, que se salen de la típica princesa a la que están acostumbrados sus seguidores y que las ha posicionado entre los gustos de los fanáticos.

Ellas son referentes del poder femenino en la animación, ya que ambas son apasionadas, llenas de coraje y capaces de enfrentarse al mundo por sí mismas. Este aspecto fue valorado en el 2013, año que salió la primera cinta.

“Disney presenta dos modelos de mujer a través de las hermanas. Anna, la pequeña, dice lo primero que se le viene a la cabeza, es la impulsiva, con un carácter extrovertido e incluso torpe. Aunque a lo largo de la película va madurando, tiene un punto ingenuo y tiende a idealizar el amor. Su hermana es todo lo contrario; Elsa no necesita ningún hombre, es independiente, introvertida, con aplomo. Llega a ser áspera y agresiva y, aunque no es la villana de la historia, sus poderes sí llegan a causar el mal”, dice Elena Santos en la crítica del Huffington Post. en aquel momento.

De hecho, el mensaje de Frozen, que está inspirada en el libro La reina de las nieves, de Hans Christian Andersen, va más allá de un final feliz o de un malvado villano, pues en esta cinta el verdadero enemigo es el miedo de Elsa. Además, el amor de las hermanas es un vínculo tan poderoso con el que muchos fanáticos se identifican y que, al final, es el que triunfa.

Disney ha aprovechado el éxito del primer largometraje, pues solo en taquilla recaudó $1.276 billones. Con una cifra tan despampanante, la compañía fue cuidadosa y la secuela tardó bastante en llegar. Pese a que anunció la segunda cinta fue en el 2015, finalmente llega a los cines cuatro años después.

No es para menos, la compañía no podía dejar que una de sus películas más rentables en los últimos años se estrenara de forma apresurada y se dedicó a cuidar cada uno de los detalles técnicos del largometraje, con el propósito de tratar de repetir el éxito de la primera película.

"Las claves del éxito de esta propiedad se basan en la gran acogida de la película, que ha sabido retomar una propuesta clásica añadiendo un desenlace inesperado, moderno y novedoso, lejos de clichés tradicionales”, explicó a El País Marisa Martí, vicepresidenta y directora general de productos de consumo en The Walt Disney Company para España y Portugal.

Desde su estreno en el 2013, Frozen ha sido una mina de oro. La riqueza no solo vino de la asistencia a la salas, sino también de muñecas, líneas de ropa, cuadernos y cuanto artículo se pudo crear alrededor de los personajes, incluso aún siguen vigentes y se pueden encontrar en muchos comercios.

La única pregunta que queda por resolver ahora es si la secuela del filme animado más exitoso de la historia será otro triunfo de hielo. Los fanáticos pronto nos darán la respuesta.