Sobre el pequeño escenario del Café Dan’s, elegantemente vestido, Jakie Rabinowitz miró al público que le aplaudía y pronunció con una sonrisa en los labios: “Wait a minute, wait a minute! You ain’t heard nothin’ yet!” (¡Esperen un minuto, esperen un minuto! ¡Aún no han oído nada!”).
Después de esa frase nada fue igual en la gran pantalla. Encarnado por el actor lituano Al Jonson, aquel simpático cantante grabó su nombre en la historia del cine como el primer personaje que pronunció una palabra en el cine.
Fue hace 85 años, en El cantor de jazz , la primera película completamente sonora de la historia del sétimo arte. Aunque tenía muy pocos minutos de diálogos, aquellas palabras de Jackie fueron la semilla para muchas que se han dicho y dirán en el celuloide.
Desde declaraciones de amor, expresiones de júbilo y discursos inspiradores, hasta amenazas de muerte, órdenes, maldiciones e insultos, cientos de frases se han grabado para siempre en la memoria de los cinéfilos.
Para conmemorar sus 100 años de existencia, el American Film Institute (AFI) publicó la lista de las 100 frases más famosas de todos los tiempos en el cine estadounidense. El escalafón fue elaborado mediante una encuesta en la que participaron 1.500 directores, guionistas, actores, editores, críticos e historiadores de cine.
A pedido de la AFI, los expertos analizaron frases habladas que tuvieran tal impacto en los espectadores, que no solo sirven para evocar la memoria de una gran película, sino que las utilicen en sus propias vidas y situaciones.
Basados en esos parámetros, la ganadora indiscutible fue la frase “Frankly, my dear, I don’t give a damn” (Francamente, querida, me importa un bledo), pronunciada por el personaje Rhett Butler (Clark Gable) en la película Lo que el viento se llevó (1939).
Esas, las últimas palabras de Butler a Scarlett O’Hara, como respuesta a sus preguntas y en clara señal de que la abandonará, no solo se hicieron famosas por lo que representaban en la trama del filme, sino porque contenían una mala palabra (“damn”, maldición), que incluso estuvo a punto de ser censurada por los códigos de aquella época.
Finalmente, la palabra logró quedarse y la frase pronunciada casi al final de la película, terminó convertida en una de las más parodiadas hasta hoy. Filmes como La Máscara, Los Muppets y El cadáver de la novia , teleseries como El crítico, Daria y Los Simpson , e historietas como Garfield tienen su propia versión de la célebre cita.
Grandes líneas. En el segundo puesto de la lista figura el comentario que Marlon Brando, interpretando a Vito Corleone le hace a Johnny Fontane, en la cinta El Padrino (1972): “Le haré una oferta que no podrá rechazar”.
El mismo Brando aparece en la tercera casilla, con la conmovedora declaración Terry Malloy le hace a su hermano Charley en La ley del silencio : “¡Tú no lo entiendes! Pude haber tenido clase. Pude haber sido un contendiente. Pude haber sido alguien, en vez de un vago, porque eso es lo que soy”.
En las restantes posiciones fueron elegidas frases que no solo se convirtieron en verdaderos clásicos del cine, sino también de la publicidad y otras expresiones del arte. Basta citar a Han Solo (Harrison Ford) y su frase “¡Que la Fuerza esté contigo!”, con la que despidió a Luke Skywalker en La guerra de las galaxias , o al tierno extraterrestre E.T. (Pat Welsh) y el pedido a sus tiernos amigos terrícolas: “E. T. phone home” (E. T. llama a casa).
Y ni qué decir del “Bond, James Bond”, con que el agente secreto más famoso del mundo se presentó en la cinta Dr. No ( interpretado por Sean Connery) y que se ha convertido en una de las más parodiadas en el sétimo arte.
En la lista figuran otras recordadas expresiones, como la amenazante “ ¿Me estás hablando a mí? ”, que Travis Bickle (Robert De Niro) grita mientras ensaya ante un espejo en Taxi Driver , o la romántica “Siempre nos quedará París”, con que Rick Blaine (Humphrey Bogart) consuela a su amada Ilsa Lund, en Casablanca .
También la tenebrosa “En ocasiones, veo gente muerta”, del pequeño Cole Sear en El sexto sentido , la eufórica “¡Está vivo, está vivo!”, del Dr. Henry Frankenstein en la cinta del mismo nombre, y la célebre “Houston, tenemos un problema”, del astronauta Jim Lovell (Tom Hanks) en Apolo 13 .
Los expertos consultados incluyeron, además, algunas frases del cine de las últimas décadas, como el “¡Hasta la vista, baby !”, del cyborg asesino interpretado por Arnold Schwarzenegger en Terminator 2 , la obsesiva “My precious!” (¡Mi tesoro!) de Gollum (Andy Serkis) en El señor de los anillos: las dos torres , y la pretenciosa “¡Soy el rey del mundo!”, que el polizón Jack Dawson (Leonardo DiCaprio) gritó desde la proa de insumergible trasatlántico Titanic.