Un gángster no nace, se construye violentamente en las calles. Al menos, de eso nos convence la película Pacto Criminal mientras recorre la verídica caída del imperio criminal que James ‘Whitey’ Bulger fundó en la ciudad de Boston, Massachussetts, en Estados Unidos.
La turbia interpretación recae en Johnny Depp quien, después de caer en desgracia por otros papeles, ahora podría ser un contrincante digno en los Premios Oscar del 2016.
Además de maquillaje convicente, Depp tiene un elenco de otras grandes estrellas, quienes interpretan a su familia, a sus secuaces y a los agentes de la Agencia Federal de Investigación (FBI) que se hicieron de la vista gorda con los crímenes que ocurrieron entre la década de 1970 y finales de los 1980.

En la lista de grandes nombres que comparten con Depp la pantalla se encuentra el británico Benedict Cumberbatch —quien interpreta al hermano de ‘Whitey’, el senador William Bulger—, Joel Edgerton y Kevin Bacon —como oficiales del FBI que utilizaron a Whitey como informante para la agencia— , y Dakota Johnson ( Cincuenta sombras de Grey ).
La historia tiene su peso. Durante 16 años Bulger se escabulló de castigo por sus crímenes –que iban desde asaltos, hasta extorsión, asesinato y venta de armas al Ejército Republicano Irlandés (IRA, por sus siglas en inglés) –. Doce de esos años los pasó encabezando la lista de los diez fugitivos más buscados del FBI, superado únicamente por el terrorista Osama bin Laden.
Su búsqueda internacional terminó en el 2011, cuando fue arrestado en el estado de California. Su juicio, en el 2013, lo encontró culpable de 31 cargos, once de ellos eran asesinatos.
Por tanto, las proporciones fantásticas de los crímenes que presenta Pacto Criminal en pantalla, no son exageraciones ficticias. Tal y como lo asegura, el FBI dejó florecer a la Pandilla de Winter Hill a cambio de información de los Patriarca, una familia italiana que controlaba, a principios de la década de 1970, los negocios ilícitos en Boston.
Años de manipulaciones después, Bulger logró desplazarlos y convertirse, a sangre fría, en el nuevo capo a cargo.

Masa negra. El texto original del cual toma la narración la película se titula Black Mass en inglés. El nombre refiere a la oscura masa de crimen con la que Bulger cubrió Massachusetts.
El libro es una co autoría de los periodistas Dick Lehr y Gerard O’Neill quienes originalmente publicaron en el periódico Boston Globe sobre la encubierta relación entre Bulger y el agente federal John Connolly (interpretado por Edgerton en la película).
La relación se forjó entre ambos por una admiración que Connolly había alimentado desde su niñez, desde la época en que Bulger era un maleante adolescente.
El pacto que estableció en ese entonces lo hizo a título del FBI, sin embargo, sus lealtades siempre se inclinaron hacia el lado de Bulger y no hacia su empleador.
La familia Bulger era una familia de origen irlandés trabajadora. Whitey fue el único que se crió en la calle, el resto de hijos fue estudioso y su hermano Billy (Cumberbatch) llegó a presidir el senado de Massachusetts.
La misma masa negra que ensució el currículum de Conolly contaminó los logros de Billy, cuando en el 2003 fue obligado a renunciar a su puesto como presidente de la Universidad de Massachusetts por su ambigua relación con su hermano.
En la película, ambos mantienen buenas relaciones como cariñosos hijos de su madre.
“Billy hizo su camino como político y Jimmy hizo el suyo como capo del inframundo”, explicó Depp en las notas de producción de la cinta. “Aún así visitaban a su mamá y eran una familia unida”.

La muerte de dos miembros importantes de su familia son el punto de quiebre para que el Bulger de Depp pierda cualquier vestigio de humanidad y se transforme en el despiadado mafioso de las noticias y documentales.
Los elogios que ha suscitado el trabajo de Depp como un gángster con venas de hielo pero un corazón de oro, vienen de los mismos críticos que en otras ocasiones criticaron sus trabajos anteriores, incluso en Mortdecai , película que estrenó en enero.
Críticos de publicaciones estadounidenses como The Hollywood Reporter Variety y The Guardian coinciden en que este papel es un regreso triunfal de Depp al buen cine y una posible entrada a los premios Oscar.
