Como reproduciendo las emociones de una primera cita, Chayanne hace que sus fans hiperventilen de nervios, locura y ansiedad.
Ayer, en el Estadio Nacional de La Sabana, la cosa fue exactamente la misma que cada vez que viene al país. Es un galán.
Primero se hace desear un poco, pero cuando al fin llega la hora y pisa el escenario, el boricua hace la entrada de un caballero y las derrite a todas disparando una sonrisa.
Luego las mira, les baila sensualmente y hasta se da el lujo de cantarles bonito. La bomba de galanterías es mortal, infalible y terriblemente hormonal; tanto así que los más desvergonzados y escandalosos galillos revelan un curioso detalle: en ese instante, no hay mujer que no se sueñe como la madre de sus hijos.
En suelo nacional, Elmer Figueroa volvió a hacer de las suyas, “le echó leña al fuego” y durante dos horas el cantante de 47 años se convirtió en el galán, el delirio y la tentación de un ejército de ticas.
A las 8 p.m. en punto, Chayanne saltó a escena con toda la energía que lo caracteriza.
Inauguró la velada con Quiero bailar contigo , uno de los temas más rítmicos de su última producción discográfica, En todo estaré , la misma que bautiza la gira de conciertos que lo trajo aquí.
Provocó los primeros gritos de las chicas con un traje negro pegado al cuerpo, elegantemente cubierto con un saco brillante y plateado.
Sin parar de moverse y contonear sus caderas, el cantante continuó el show con Salomé , uno de los temas más rítmicos y tropicales de su cantera.
“Buenas noches... ¡Hola, Costa Rica”, fueron sus primeras palabras ante un público femenino de generaciones variopintas, producto de una carrera que vio nacer musicalmente hace 38 años, con Los Chicos.
Con una bandera tricolor en sus manos el artista añadió: “Mi gente bonita, ¡qué placer! Gracias por estar aquí. Es una noche maravillosa. El cariño que se siente es enorme, y (la bandera) me la llevo siempre en el corazón”.
Antes de interpretar Un siglo sin ti y quitarse el saco para complacencia absoluta de sus fans, Chayanne les comunicó con seriedad: “Esta noche ustedes mandan y yo obedezco”.
Con un sonoro grito de “¡Bailemos!”, Chayanne continuó contoneándose con temas como Guajira , pero fue Humanos a Marte la que terminó de enloquecer a la audiencia.
Subidas en las sillas, con celulares en mano y con el grito de “¡rico, rico!” inundando por completo el estadio, las chiquillas más jóvenes no dejaban de halagar a su ídolo.
Las más niñas lo veían con ternura y las más adultas parecían retornar a sus años mozos. ¿Cómo no hacerlo? Chayanne no se olvidó de ellas y cantó Volver a nacer , un tema estrenado en 1996.
La nota romántica continuó con Atado a tu amor , pieza que el boricua –ya sudando por el esfuerzo en tarima– aprovechó para establecer los primeros contactos con sus seguidores.
Chocó sus manos con algunas chicas, despertando la envidia de unas y las lágrimas de otras.
Éxtasis. Pero un choque de palmas no fue nada. Con Bailando dos corazones Chayanne se pegó por completo a una bailarina de rosado atuendo. El contacto fue de infarto y así lo sintieron en la gradería.
“Yo quiero”, se dejó decir una señora de la grada, mientras se abrazaba con sus propios brazos.
Pero a Chayanne no le bastó y con descaro siguió provocando .
“Mi gente bonita. ¿A ustedes les gusta bailar ¿Y apretados?”, preguntó el artista, para de inmediato ejecutar Cuidarte el alma , un tema que inició como balada pero que terminó en una sabrosa salsa.
Ya con un atuendo más sport , listo para cualquier locura en el escenario, Chayanne cantó otros temas como Y tú te vas , Lola y En todo estaré .
Y de repente, una pausa y Chayanne preguntó: “Me gustaría saber, ¿ qué están pensando?”.
La respuesta, no muy elaborada por la audiencia fue: “¡Ricooo, rico!”, a lo que el cantante solo atinó a sonreir y devolver el piropo.
“Ustedes también”, respondió risueño.
Con Dejaría todo comenzaron a llover los regalitos para Chayanne. Se abrazó con un corazón inflable que le tiraron desde la zona vip y se grabó cantándole a un celular que lanzó una seguidora.
El baile calentó de nuevo con Tu boca , Ay mamá y las clásicas Fiesta en América y Baila baila.
No quedó nadie sentado.
Más tarde, la chispa de la nostalgia tuvo su nido con Tu pirata soy yo y Completamente enamorados , dos temas que marcaron los inicios de Chayanne en sus inicios como solista.
Hubo hasta lágrimas. Nacían de una señora de 55 años que abrazaba a su hija, quien le había regalado la entrada al concierto.
Tu respiración y Madre Tierra , dos canciones de En todo estaré fueron guiando el cierre de la velada. Quedaba poco para la despedida y Torero tenía que se parte de ese adiós.
A Chayanne no lo provocaron: él provocó a todas. Aún así no podía dejar a sus fans sin la petición insignia de su repertorio romántico: Provócame .
Así el galán se fue del escenario, no sin antes lanzar un par de besos y disparar sus últimos cartuchos de sonrisas. Con eso se apagó la fiesta y se enmudeció la música. Se acabó el show pero no el loco amor de su fanaticada.