Una incubadora descompuesta marcó el destino de Francisco Villalvazo. La falta de oxígeno, al ser ingresado a la máquina neonatal, hizo que ese niño creciera con graves problemas de tipo verbal y motriz.
Pero nada de lágrimas e inútiles lamentos. A Villalvazo ¡nada lo detiene!
A sus 32 años, Francisco es hoy el motivador oficial del Club de Fútbol Pachuca –de la primera división de México– y protagonista de una emotiva película: Juego de héroes .

“Todos los límites están en la mente”, predica Francisco con una seguridad que sorprende y que de alguna manera guía el espíritu de la nueva cinta.
Juego de héroes se estrena mañana en las salas de Cinépolis y es un drama que cuenta la historia de dos grandes amigos: Luis (Sebastián Zurita) y Carlitos (Villalvazo).
“Son muy diferentes pero comparten una misma pasión: el fútbol. Por azares del destino estos grandes amigos toman caminos muy diferentes: Luis se convierte en una estrella del balompié pero después de una fuerte lesión abandona las canchas indefinidamente”, detalla el argumento del largometraje.
Carlitos, quien tiene capacidades físicas especiales y una situación familiar complicada, no corre con la misma suerte. Es internado en un orfanato pero crece desarrollando un don que parece mágico: el de curar.
Con los años, la vida reunirá a estos amigos en un momento importante. Ya veremos lo que sucede.
“La película es un drama de amistad alrededor del fútbol. Una película muy emotiva y llena de valores. Ese es el mensaje que queremos enviar pues va en la línea de lo que el Pachuca quiere plasmar en el fútbol”, dice Villalvazo, quien fue seleccionado para el papel luego de un casting que encantó a todos.
Según Juan Manuel Robles, productor de la cinta, el papel de Carlitos lo iba a encarnar un actor profesional con experiencia, pero surgieron unas complicaciones y no pudo continuar con el proyecto.

Entonces, los directivos del Club Pachuca sugirieron la posibilidad de que su motivador estrella, Francisco, hiciera una audición para el papel.
“Le pusimos a interpretar las líneas más complicadas y lo hizo de maravilla. Era nuestro actor. Un actor natural”, dijo Robles.
Así, Villalvazo comenzó el camino que lo llevó a la pantalla grande y que ahora lo llena de satisfacciones.
“Esto es muy grande. Cuántos actores quisieran hacer una película y, yo sin serlo, estoy en una de ellas. Además, salió muy bien”, exclama orgulloso.
Sin embargo, lo que más emociona a Villalvazo no es el reconocimiento logrado por su papel, sino el paralelo que tenía el personaje con su vida real.
“Es que yo leí el guion y me di cuenta que era yo. Era mi vida. Desde que nací hasta ahora”, añadió Francisco, que por la misma razón rechazó la guía de un coach de actuación.
“Yo dije no. No quería esa guía. Estuve con él un tiempo pero no pude. Yo quería ser yo mismo, sentía que debía ser así”, finalizó.
Mutación. Juego de héroes es una película que en principio iba a ser un documental sobre el Club Pachuca, pero que terminó siendo un drama para toda la familia.
“Creímos que un documental lo iban a ver pocas personas, que era mejor algo diferente, que llamara la atención y transmitiera la esencia del club”, dijo Robles.

Así, con el apoyo del equipo, jugadores e infraestructura deportiva, el drama tomó vida y llegó a los cines de México para estrenarse en unas 400 salas.
La cinta no fue bien recibida por la crítica especializada –que la calificó de “sensiblera” y con “errores de continuidad”–, pero sí conquistó los corazones de miles de espectadores.
“La gente se conmueve mucho con el mensaje de la película. Sobre todo porque tiene mucho de lo que nosotros queremos destacar: las personas con capacidades especiales pueden hacer grandes cosas, ellos no tienen limitantes”, dijo Laura Ortega, de Cinépolis.
Se espera que Juego de héroes , sea utilizada en Costa Rica por organizaciones públicas y privadas, con el objetivo de sensibilizar y educar sobre el tratamiento a personas con algún tipo de discapacidad.
