
Sin duda, la mañana del viernes fue un deleite para los más pequeños. Desde la mitad de la mañana, y hasta pasado el mediodía, el circo, el teatro y un sinnúmero de payasadas sacaron risas, gritos y reflexiones en los infantes turrialbeños.
Primero fue el Araknido Cirkus; luego el Génesis Teatro Ensamble con su obra
El Araknido Cirkus presentó un espectáculo al estilo
En tan solo 50 minutos, malabares con diábolos, bolas y un monociclo se mezclaron con chistes y
Luego de montarse y hacer un pequeño recorrido en el monociclo, Gaetano cerró su participación con un baño de aplausos, en medio de un soleado y caluroso Turrialba.
“Me encantó el aplauso final, eso lo motiva a uno a seguir. Y eso que la gente de aquí es un poco tímida, y todavía no está muy acostumbrada a interactuar con este tipo de espectáculos”, agregó Gaetano.
El montaje cuenta la historia de un particular niño (un ogrito) el cual debuta en la escuela. Él tiene un extraño deseo de comer carne (humana o animal), lo que le trae muchas complicaciones en su recién iniciado ciclo escolar.
La obra tiene muchas interpretaciones, y no se enfoca en un solo eje temático; sin embargo, se puede decir que hay una reflexión sobre el manejo del placer y la aceptación del bien y mal en el ser humano.
En silencio, el público escolar –mayoritariamente presente– siguió con atención cada diálogo del montaje. Sin duda, la obra captó el interés de una audiencia que abarrotó la Casa de la Cultura.
“La obra tiene varias lecturas, y el público infantil le da unas muy interesantes. El montaje tiene muchas enseñanzas, pero no solo es dirigida a niños. Adolescente y adultos le encuentran gran atractivo”, dijo Marlon Seguro, director artístico de Génesis Teatro Ensamble.
Luego de que el jueves el Circo Fantazztico impresionara con sus malabares y piruetas, la misma compañía presentó ayer un
Unos 13 payasos malabaristas protagonizaron esa simpática presentación, que cerró una mañana de festival más que entretenida.