En un principio no habría nada que pudiera amigar a estos dos personajes: uno es un viejo y experimentado maquinista y, el otro, un joven principante que, injustamente, llegará a quitarle su puesto. ¿Existirá algún motivo para que ambos se den la mano?
Este panorama marca los primeros trazos de Imparable, un thriller de acción que se estrena mañana viernes en el país y que promete adrenalina pura sobre los lomos de un poderoso y moderno tren.
Protagonizado por Denzel Washington y dirigido por Tony Scott, Imparable nos cuenta la historia del ingeniero de trenes, Frank Barnes (Washington), y el joven maquinista Will Colson, encarnado por Chris Pine.
Pero antes de tomar el tren que llevará a la audiencia a una trepidante aventura sobre rieles, hay un drama que contar, un pasaje basado en hechos reales.
“Cuántos negocios están despidiendo a los hombres viejos para tener mano de obra más joven y barata. Básicamente, Frank le está enseñando al tipo nuevo cómo hacer su trabajo, para que pueda suplirlo a la postre”, explicó Washington, en la notas de producción.
Justo cuando la fría relación se pone más tensa, ambos protagonistas se enfrascarán en una inesperada misión, la cual llevará al límite los niveles de intensidad: hay un tren fuera de control y ellos son los únicos que podrían detenerlo.
“Van en una carrera contrarreloj para detener un tren sin tripulación —o, en otras palabras, un misil del tamaño de un rascacielos—. Tienen que prevenir un desastre en una zona altamente poblada”, dice la sinopsis oficial de la película.
Es una misión de rescate, ya que aunque el tren no lleva tripulación, sí transporta una fuerte carga de químicos tóxicos y combustible. Si no detienen el tren a tiempo, se estrellará, irremediablemente, en Pensilvania, amenazando con destruir parte de la ciudad.
“Es una película que comienza a 80 kilómetros por hora y termina a 240; es velocidad al máximo”, expresó Scott, refiriéndose al drama laboral que marca los primeros hilos del filme y al intenso desarrollo de esta.
Mientras la acción toma peligrosos matices, los personajes principales –Barnes y Colson– tendrán que unirse para domar el monstruo de hierro. Y es que en esas circunstancias no hay otra opción que pueda tomarse.
“Los dos extraños forjan una rápida amistad, incluso a un nivel más profundo de lo imaginado. Más inesperado y conmovedor es cómo cada hombre toma conciencia de su vida y se llega a conocer a sí mismo como nunca antes”, explicó Pine, cuyo trabajo como maquinista no lo consigue por sus méritos, sino por un vínculo familiar.
Pero mucho ojo, ya que, en medio del caos, aparecerá la voz de una talentosa mujer, la operadora de radio Connie Hooper, interpretada por Rosario Dawson.
Connie es quien guía y orienta a los dos hombres en medio de su aventura.
“Connie es la voz de la razón en circunstancias muy dramáticas. A pesar de que tiene que seguir el protocolo definido en algún manual lleno de polvo, tiene que calmarse, pensar con rapidez e ir hacia adelante”, declara Dawson, en las notas de producción.
“Ella tiene que tomar decisiones con una seguridad que no, necesariamente, se tiene cuando un tren del tamaño del edificio Chrysler –edificio neoyorquino que mide 319 metros de alto– se dirige a estrellarse como un misil”, agregó.
Valorada. Aunque no fungirá entre los mejores filmes del año, lo cierto es que Imparable ha sido alabado por la crítica cinematográfica de importantes publicaciones estadounidenses, tales como las Rolling Stone y Variety.
“Su cabeza dará vueltas. Sus manos sudarán. Sus nervios se sacudirán. ¿Qué más se le puede pedir a una película de trenes?”, dijo Peter Travers, de Rolling Stone.
Roger Ebert, del Chicago Sun Times fue más halagador aún. “En términos de pura artesanía, es una película soberbia”, dijo. Mientras, la revista Variety calificó la cinta como el mejor filme de acción en mucho tiempo, destacando su sencillo pero atractivo argumento.
Y es que la película tiene un ritmo trepidante, cuyo objetivo es que el espectador no se despegue de la butaca ni un solo momento.
“Queríamos que las audiencias pensaran que Frank o Will podían morir en cualquier momento y que la película continuaría”, dijo el guionista del largometraje, Mark Bomback.
“Las audiencias podrían entender que el tren no se puede descarrilar hasta el final de la película. Así que la pregunta sería, ¿cómo mantienes ese sentido de tensión? Hice lo mejor posible para mantenerme dentro de los límites del realismo y no irme demasiado lejos”, agregó Bomback.