
El Diccionario Panhispánico de Dudas , académico, nos da la posibilidad de escribir, de forma castellanizada, la palabra estríper, con su plural estríperes, y también la palabra estriptís con su plural estriptises. Valga esta glosa a propósito del estreno de la fallida película Magic Mike (2012).
En algún momento, el buen director Steven Soderbergh anunció su retiro como tal del cine. Espero que sus próximas películas no sean tan desabridas como Magic Mike , porque si no, yo mismo –que lo admiro– le exigiré su retiro a tiempo. Esta vez, Soderbergh filma por encargo un guion de Reid Carolin.
Se dice que la trama se basa en un capítulo de la vida del actor Channing Tatum, quien se luce en este filme mostrando la realeza de su cuerpo y se desluce, a la vez, con su pésima actuación; al contrario de su compañero estríper, encarnado por el joven actor Alex Pettyfer.
De las actuaciones, he de señalar que Matthew McConaughey se luce como nunca, en el papel del jefe de una cuadrilla de estríperes, quien igual tiene su momento de gloria con su desnudo ante las siempre fanáticas y chillonas mujeres que acuden a verlos a un club nocturno.
El problema del filme es su trama deshilachada, que Soderbergh no logra corregir con su realización visual, por más buenos momentos que tenga. La película es como un texto escrito con muy mala puntuación, donde los hitos son los diferentes espectáculos de los “maripepinos” del caso.
Este filme es una pega mal hecha de retazos narrativos: sin ilación, sin desarrollo lógico, sin clímax, sin puntos de giro y con final forzadamente meloso. Es cine sin frescor visual para un argumento que lo permitía y donde se siente en exceso el papel de los dobles.
Es cine mainstream , buen cálculo comercial para llegarle con facilidad a un público meta: las mujeres. Con esa mirada, el filme pierde calidad general, como si esta no le importara. Demasiado obvio. Lo lamento por Steven Soderbergh.