
Con facilidad, uno puede aceptar que Jake Gyllenhaal es un buen actor. Hay distintos títulos para confirmarlo. Sin embargo, ahora, con el filme Más fuerte que el destino (2017, Stronger), le metió demasiada espuela a su personaje o su director, David Gordon Green, lo agitó más de la cuenta y la actuación se nota pasada, por lo que pierde credibilidad.
El problema es que Más fuerte que el destino resulta película tan concentrada en su personaje que parece arar con un solo buey; entonces, esa pérdida de credibilidad se transmite a la película toda, así como se extiende la verdolaga. Lo peor es que la actriz Miranda Richardson, como la madre del personaje principal, peca exactamente de la misma falta.
Así dramatizada la película, el argumento basado en hechos reales pierde –incluso– ese aire de veracidad, sobre todo si en su tránsito argumental los lugares comunes aparecen como abejones en mayo y el drama se acerca más bien al melodrama. En ese juego dramático, quien se salva con su trabajo y le da fino toque de humanismo al filme es la actriz canadiense Tatiana Maslany.
Basada en un hecho real, la trama narra la historia de Jeff Bauman, quien en la maratón de Boston fue a alentar a su novia Erin en la meta, exactamente donde estalla una de las dos bombas con el atentado terrorista del 2013. Jeff perdió sus piernas y lo suyo fue un proceso duro de recuperación física y emocional, al amparo de una madre alcohólica y de una novia generosa.
Con la complicidad del director, ese proceso es el que Jake Gyllenhaal y Miranda Richardson llevan a paroxismos o síncopes que pudieron evitarse, en aras de un mejor desarrollo dramático del mundo narrado. A la larga, pensaron que en los gestos de más estaba la intensidad de la tragedia, lo que no resulta en este caso.
Ciertamente hay secuencias bien logradas, sobre todo las de amor entre Jeff y Erin, eróticas o no, donde es evidente que la actriz Maslany pudo poner las reglas del juego, al igual que en aquellos momentos más tristes del drama.
La fotografía de Sean Bobbit expresa muy bien las secuencias de masas (la carrera de Boston y los homenajes en pistas de hielo y en estadios a Jeff Bauman), pero la música de Michael Brook no tiene la misma elocuencia.
También se siente fuera de tono un par de secuencias patrioteras donde algunos ciudadanos le afirman al personaje principal que, ante ese terrorismo, “Estados Unidos no se va a quebrar” en las guerras que lleva afuera de sus fronteras. Aunque estos fueran momentos reales, en la película dan la sensación de que el drama se corta para soltar un par de discursitos de ese tipo.
Pareciera que Más fuerte que el destino se conforma con muy poco y olvida que quien desea camarones, pues sí, debe mojarse los calzones. No es con sobreactuaciones ni aspavientos que una película adquiere energía; si se quiere, es al contrario, porque la procesión va hacia adentro. Con este resultado, prefiero no recomendarles esta película, aunque me duela no hacerlo por Tatiana Maslany.
Ficha técnica:
Título original: Stronger
Estados Unidos, 2017
Género: Drama
Dirección: David Gordon Green
Elenco: Jake Gyllenhaal, Tatiana Maslany
Duración: 115 minutos
Cines: Nova, Cinépolis, CCM, Cinemark, Citi
Calificación: DOS estrellas ( * * ) de cinco posibles