Según sea la edad de los cinéfilos, así serán sus películas preferidas por géneros diferentes; pero también es muy probable que cuando se hable de cine de atracos, la película más mentada sea La jungla de asfalto (1950), de John Huston, también titulada Mientras la ciudad duerme.
Se le considera la primera de su género, aunque también muchos nunca dejan de mencionar Casta de malditos (1956), también conocida con el título de Atraco perfecto (que se exhibirá el lunes 11 de noviembre en la Sala Garbo, a las 7 p.m.).
De ahí en adelante, la lista es larga, sin dejar de mencionar Rififí (1955), filme francés de Jules Dassin. Sirva esta introducción para contarles, sin afán comparativo, lo deliciosa que me ha resultado una película argentina, cine de atracos, que anda por ahí, con el título de La odisea de los giles (dirigida por Sebastián Borensztein).
Dentro de su temática, dicha película logra enganchar muy bien dos aspectos que la enriquecen: el de la comedia sincera junto con el asunto político, que, por cierto, se conecta con la novedad actual en Argentina y los recientes resultados electorales.
La odisea de los giles comienza su trama con la crisis económica convertida en bomba devastadora por el 2001. Argentina vivió dos momentos mortales: la presencia militar genocida, con la desaparición de miles de jóvenes, y el “corralito”, especie de estafa económica perpetrada por capitalistas parasitarios, “corralito” que rompió la paz social.
Los que cayeron en la trampa de los bancos y de la plutocracia se llamaron a sí mismos giles. La palabra “gil” describe a una persona considerada tonta o lenta. Se le aplica a la persona incauta. Sin embargo, en un poblado argentino estos “giles” encuentran la manera de recuperar lo que los ricachones les han robado.
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Hay más que eso, pero dejémoslo hasta ahí para no caer en el adelanto innecesario de la trama. De lo que se trata es que surge la posibilidad de vengarse de un conglomerado capitalista, pero la tarea no es tan fácil para esta gente humilde, sujetos que hacen de tripas corazón.
Le excelente dirección de actores, el bien sostenido tejido narrativo, el logro comunicativo entre la idea principal del texto y sus subtramas, su exacta revancha de los pobres del lugar, su exótica retórica que va de cierto anarquismo a otras posiciones de izquierda, todo ello arma un buen tinglado para su bien logrado lenguaje cinematográfico.
Es una muy buena película, aunque el carácter coral (por sus distintos personajes) le hace perder fuerza centrífuga. Al filme le falta subrayar su propia hipótesis humanista, porque siente temor de comprometerse más en términos políticos y se le nota ese vacío, pero estoy seguro que quienes vean este filme la pasarán muy bien.
Ficha técnica
LA ODISEA DE LOS GILES
Título original: La odisea de los giles
Argentina, 2019
Género: Comedia
Director: Sebastián Borensztein
Elenco: Ricardo Darín, Luis Brandoni
Duración: 119 minutos
Cines: Cinépolis, Cinemark, San Pedro, Studio, Magaly
Calificación: Cuatro estrellas de cinco posibles