
Girasoles de Costa Rica, el reconocido campo de girasoles ubicado en Pital, San Carlos, Alajuela, cerró oficialmente sus puertas, según confirmó su propietario, Eric Porras.
Por medio de un video publicado en la cuenta oficial de Girasoles de Costa Rica, Porras anunció el cierre definitivo de las instalaciones.
“Cerramos las puertas en lo que fue el campo de girasoles más grande de Centroamérica. Hacemos este video para agradecerles a todas esas personas que nos acompañaron en estas 12 temporadas”, expresó.
Aunque el emprendedor no detalló las razones del cierre, adelantó que evalúa retomar el proyecto en el futuro, pero en una nueva ubicación.
“De manera personal les quiero agradecer todo el apoyo. Esperamos poder volver a crear el proyecto con las mismas intenciones, que es llegar a bendecir a los demás”, concluyó Porras.
En los comentarios del video, decenas de seguidores manifestaron su tristeza y dejaron mensajes de agradecimiento y apoyo. “Qué triste noticia, espero que en algún momento vuelvan, muchas gracias por tan bellos momentos”, “Qué pena, espero que puedan reabrir pronto”, “Muy feliz de poder haber llevado a muchas personas a conocer y disfrutar de este proyecto”; fueron algunos de los mensajes compartidos.
Otros internautas preguntaron cómo podían ayudar a evitar el cierre, a lo que Porras respondió: “Por el momento sus oraciones y buenos deseos es lo que nos va a impulsar para volver hacerlo”.
Origen del campo de girasoles
El campo de girasoles de San Carlos abrió sus puertas al público en julio del 2021 y rápidamente se consolidó como uno de los destinos rurales más populares del país. Su belleza natural y su innovador enfoque agroturístico atrajeron a miles de visitantes cada temporada.
La historia del proyecto se remonta a 2018, cuando Porras sembró una docena de macetas de girasoles para el Día de la Madre. Su objetivo inicial era vender las flores por redes sociales, sin imaginar que aquel pequeño experimento se transformaría años después en un fenómeno nacional.
En julio de 2021, el proyecto alcanzó una nueva dimensión con la inauguración del primer mega campo de girasoles del país: un paisaje dominado por más de 130.000 flores de distintos tonos y tamaños que llenaron de color la zona norte.
En temporadas posteriores se llegaron a sembrar hasta 800.000 girasoles.
Más allá de su belleza y espectacularidad visual, el campo de girasoles se consolidó como un símbolo de emprendimiento, turismo sostenible y amor por la naturaleza.
Hoy, su cierre deja una huella imborrable entre quienes lo visitaron, mientras que sus seguidores mantienen viva la esperanza de que, en un futuro no muy lejano, el sol vuelva a florecer en algún campo amplio del país.
