Si algo puede caracterizar a la cocina costarricense es la variedad de platillos tradicionales; que cargados de colores y con un sazón inigualable han trascendido muchas generaciones, siguiendo presentes en las mesas de los habitantes.
Con la idea de recabar este patrimonio nacional el libro Cocinas del Bicentenario pone énfasis en la documentación de platillos con base en los 15 productos más relevantes en las cocinas tradicionales de las regiones socioeconómicas del país.
Según este libro, los productos tradicionales son arroz, ayote, cacao, café, caña, cerdo, chayote, chiverre, frijol, maíz, papa, pejibaye, plátano, queso y yuca.
Uno de los ingredientes de la lista —el arroz— es considerado primordial en la dieta de los costarricenses y tiene la particularidad de que se preparan recetas dulces y saladas.
Se incluyen en la obra desde un refrescante fresco de horchata, típico de Nicoya, una resbaladera proveniente de Puntarenas; un arroz con pollo o hasta un postre de arroz con leche.
Otro de los productos es el plátano, y no , no solo se come en patacones o en pastel de plátano. Este alimento sirve como base para una serie de platillos autóctonos, como el Muncrup Chá, típico de la región Brunca y que es una chicha de plátano maduro y masa.
También se puede elaborar un picadillo de plátano verde, ceviche y sopa de patacones.
Para lograr identificar las zonas donde más consumo tienen estos alimentos tradicionales se realizó un mapeo del territorio nacional.
El proceso de investigación y producción de Cocinas del Bicentenario de Costa Rica, fue dirigido por la Unidad de Patrimonio Cultural Inmaterial del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural. También se contó con la alianza del Ministerio de Cultura y Juventud y la colaboración del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA).
“Tenemos aquí una publicación que procura articular la producción de conocimientos ligados a la cocina tradicional, los estudios y las políticas públicas existentes, la información de quince productos agrícolas tradicionales (...), logrando así la caracterización de la gastronomía tradicional costarricense”, indicó Sylvie Durán, ministra de Cultura y Juventud.
Los platillos están expuestos en las infografías dentro del libro, ubicados por regiones, donde se localizó un registro de su consumo con mayor intensidad.
La referencia geográfica que se hace a los platillos no significa que se preparen o consuman sólo en estas zonas, muchos son compartidos a lo largo del territorio nacional.
El libro también expone las zonas con mayor producción de los alimentos; medios de distribución de los productos base y de los actos festivos donde se da la cocina tradicional.
Asimismo, se identifica una lista de platillos nacionales, los cuales que se preparan y consumen en todo el país y que son parte del diario vivir de los costarricenses, los cuales son el gallo pinto, tamal asado, arroz con pollo, café chorreado, casado, olla de carne, tamal de cerdo, picadillos, almuerzo campesino, arroz con leche y agua dulce.
Podrá encontrar de forma gratuita la versión digital de este libro en este link.