Desde hace algunos meses, María Teresa Rodríguez se convirtió en la presentadora de la revista de Teletica Calle 7 Informativo. Luego de que el producto experimentara varias transformaciones y la salida de Jennifer Segura, se presentó la oportunidad para la Miss Costa Rica 2008, quien inició en el espacio dando informaciones de entretenimiento.
Como es sabido, Rodríguez cuenta con amplia experiencia en la televisión: presentó Combate y Giros, de Repretel, y otros proyectos como el espacio de espectáculos de CB24, así como la conducción de Habitat Soluciones.
Esta es la primera vez de María Teresa presentando noticias y se siente muy bien.
De lunes a viernes, de 11:15 a 11:55 a. m., ella y Pablo Campos le presentan informaciones de servicio y también de denuncia; además, Campos es el jefe de información de Calle 7 Informativo. Entre 11 y 11:15 a.m., Keyla Sánchez y Gipzy Montoya dirigen el segmento de entretenimiento.
Rodríguez habló de su nueva etapa como presentadora de noticias y de su trabajo al lado de Campos.
“Pablo y yo nos conocíamos de antes. Ahora que compartimos pantalla, me gusta muchísimo. Aprendo mucho de él, da puntos de vista y observaciones de manera que es una linda forma de aprender. Lo veo como un maestro del que voy aprendiendo. La parte de las noticias es nueva para mí. Me siento como una esponja que absorbe conocimientos”, comentó María Teresa.
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Campos, quien empezó como reportero del inicialmente llamado Calle 7, definió su trabajo junto a su compañera como una experiencia enriquecedora.
“Es la primera experiencia de ella presentando noticias, yo tenía más experiencia en esto. Con ella, ha sido fácil porque es muy receptiva y linda”.
Todas las observaciones que Pablo pueda hacer, María Teresa las asume como consejos. Cuenta que el trabajo ha sido muy ameno y que entre ellos se acuerpan.
“Estamos bastante felices”, dijo la presentadora.

Un mundo nuevo
Rodríguez, de 36 años y propietaria de la franquicia del concurso Mrs Universe, ahondó en esta nueva experiencia televisiva.
“Es la primera vez que estoy detrás de un escritorio de forma más seria e informativa. Es una aventura que me encantó. Mi trabajo se ha visto reflejado con el paso de los años. Empecé con esto a los 20. Esta es una oportunidad de llegar a las familias de manera diferente y noticiosa. Me gusta bastante”.
Acerca de comentarios que puedan surgir con relación a que ella no se formó como periodista, Rodríguez afirma que nunca se ha considerado profesional en ese oficio; eso sí, tiene planes con el periodismo.
“Soy publicista. No me considero periodista, pues es una carrera que lleva muchos años. En mis planes está llevar la carrera”, dijo.
Y agregó: “Soy presentadora de televisión, una mujer camaleónica, me puedo adaptar al programa en el que estoy: sea de concursos o de música. En este caso, estoy en un programa informativo que tiene de mi parte el respeto que merece. Escucho consejos o críticas que vuelvo positivas”.
En este momento, María Teresa se siente feliz y realizada profesionalmente. Agradece la oportunidad de poder crecer en un ámbito nuevo. Ahora, las noticias no se separan de ella.
“Ahora le estoy contando a mi pareja de noticias, lo informo más. Siempre me encanta estar buscando información, notas interesantes dentro y fuera del país. Me siento en mi charco”, afirmó.
Como en todo proceso, sobre todo cuando se incursiona en algo nuevo, la presentadora ha enfrentado desafíos, satisfacciones y anécdotas que al recordarlas la hacen reír.
“Hay que tomar estas oportunidades que la vida da para crecer. Esto ha sido enriquecedor al 100%. Lo más retador fue leer el teleprompter, mejor lo dejé de lado y traté de hacer la noticia a mi modo. La lectura del teleprompter me jugó mala pasada, quedé en blanco en medio programa porque se dañó el teleprompter. Quería ser un avestruz y meter mi cabeza debajo de la tierra. Quedé en blanco”; recuerda entre risas.
Con su simpatía usual, Rodríguez aseguró que a Dios siempre le pide trabajo, no milagros. Ahora mismo, está enfocada en su puesto en Teletica, en su salón de belleza, en el certamen, en el amor y en su familia.
“Vivo una gran etapa de mi vida. Me siento agradecida con Dios por permitirme vivir”.
