
Un equipo del Applied Physics Laboratory (APL) de la Universidad Johns Hopkins creó un copiloto virtual impulsado por inteligencia artificial (IA) para aviones de combate. Este avance se diferencia de otros proyectos en el campo, como el XQ-58A Valkyrie de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, que buscan crear aviones autónomos. En cambio, APL se enfoca en potenciar la toma de decisiones humana, complementando las habilidades del piloto con la precisión y rapidez de la IA.
El proyecto, desarrollado durante tres años, resultó en Virtual Intelligent Peer-Reasoning (VIPR). Este cumple tres funciones críticas: ser un compañero consciente de la situación, un ala de alto rendimiento y un asistente de apoyo cognitivo. John Winder, científico informático de APL, comparó a VIPR con R2-D2 de Star Wars.
“VIPR puede proporcionar apoyo situacional, rastrear puntos ciegos y alertar al piloto cuando sea necesario, o incluso pilotar el avión para salvar la vida del piloto humano”, explicó Winder.
Esta IA funciona como un asistente de navegación avanzado, ayudando al piloto a superar puntos ciegos cognitivos. Winder señaló que la autoconfianza de los pilotos puede llevar a una visión de túnel, y VIPR rastrea el estado cognitivo del piloto para alertarlo sobre información crítica que pueda pasar por alto en combate.
El prototipo se probó en simulaciones interactivas en tiempo real, respondiendo a comandos de voz y cambiando roles de manera fluida entre piloto y copiloto. VIPR también puede pilotar varios aviones autónomos simultáneamente, permitiendo que el piloto humano dirija un equipo completo.
Después de tres años de desarrollo, APL se prepara para pruebas formales con pilotos humanos. La respuesta inicial es positiva, con expilotos del equipo mostrando entusiasmo tras las simulaciones.
“Con VIPR, incluso yo, que no soy piloto, puedo sobrevivir y ganar en las simulaciones. Aunque aún necesitamos pruebas rigurosas, somos optimistas”, concluyó Winder.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La información fue proporcionada y revisada por un periodista para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
