CADARACHE, Francia (AFP) El busto de Julio César descubierto recientemente en el río francés del Ródano, el único que se conserva de cuando el emperador romano estaba vivo (100 a 44 a.C.), está siendo sometido a un bombardeo de fotones para determinar si puede ser restaurado.
El anuncio lo hizo el jueves el centro que se encargará de la operación y el arqueólogo que descubrió la escultura.
El busto, descubierto en mayo en el río a su paso por el municipio de Arles, en el sudeste, fue colocado en un tomógrafo de transmisión, una máquina que permite reconstituir el interior de los objetos sin dañarlos gracias a una exposición a un bombardeo de fotones.
El objetivo de este examen, realizado en el Comisionado de Energía Atómica (CEA) de Cadarache, en el sur de Francia, es verificar el grado de corrosión de las partes de hierro que forman la armadura del busto.
Además, se medirán las fisuras internas mediante un análisis acústico antes de proceder a una posible restauración de la escultura.
"En verano veremos con el ministerio (de Cultura) si operamos", declaró el arqueólogo Luc Long, descubridor de la estatua.
La tomografía por emisión de fotones, de una potencia de 15 a 20 veces superior a la de un escáner médico, se usa también para controlar la carga de barcos o medir la radioactividad de residuos, explicó Laurent Sauvage, jefe del laboratorio de medidas nucleares de la CEA.
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