PEKIN (AFP) La ciudad de Beichuan, destruida por el sismo del 12 de mayo en el suroeste de China, fue puesta bajo un imponente cordón policial para prevenir la propagación de posibles epidemias, señaló el sábado la agencia estatal China Nueva.
Más de 6.000 policías fueron movilizados para acordonar e impedir la entrada en esta localidad de unos 12.000 habitantes, a los que recientemente se les autorizó volver para buscar sus efectos personales.
Según Tan Jiamin, el jefe de la policía local citado por China Nueva, la ciudad seguirá cerrada "durante bastante tiempo".
La decisión de establecer un cordón alrededor de Beichuan fue tomada después de que se produjesen escenas de caos tras su reciente reapertura.
"Ciertos habitantes excavaban en la tierra con sus propias manos en busca de sus familiares, algo que puede ser fácilmente un foco de infección", explicó Tan.
El sismo, que devastó amplias zonas de la provincia de Sichuan, causó unas 88.000 víctimas, entre muertos y desaparecidos.
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