
PEKIN (AFP) Internet en China está sometido a un estricto control político, pero los usuarios se descargan criticando taras sociales y no vacilan en entrometerse para ello en la vida privada ajena, resistiendo a las tentativas de las autoridades de definir un marco jurídico.
Las denuncias suelen referirse a casos de corrupción de responsables locales del Partido Comunista en el poder, sin escamotear los detalles picantes.
Wang Peirong, un profesor universitario de 47 años, adquirió en las últimas semanas gran notoriedad en los medios de prensa tradicionales, por haber revelado en su blog la vida privada del jefe del partido de Xuzhou (este), señalado como polígamo y codicioso. La esposa engañada le dio incluso fotos para ilustrar sus denuncias.
Wang había tratado de alertar varias veces a las autoridades, sin ningún eco. Pero después de que se colgaran sus acusaciones en la red, el jerarca partidario de Xuzhou fue destituido y detenido.
"Si no hubiera sido por internet, no habría obtenido ese resultado. Yo había planteado un problema, pero nadie prestaba atención", dijo Wang a la AFP.
"Más del 90% de los internautas me apoyan, pero no se involucran realmente pues para eso hará falta tiempo; el ambiente social no se presta: no hay mecanismos de protección para quienes se atreven a hablar", explica.
Sin embargo, la aparición de detalles de la vida privada provoca un número creciente de abusos, en una actividad a la que los chinos ya le dieron un nombre: "renrou sousuo", una expresión que literalmente significa "la pesquisa a base de carne humana".
Ese nombre despiadado fue popularizado en particular por mop.com, un portal de diversiones muy popular entre los jóvenes.
La idea es sencilla: se trata de identificar a personas o de encontrar información a través de internet. El entretenimiento puede tomar visos de verdadera "cacería humana", en un país con 253 millones de usuarios de la red y sin reglamentación al respecto.
Una estudiante de Chongqing (sudoeste) pagó caro su humor negro, al preguntarse en un foro de discusión por qué el sismo que este año devastó la provincia de Sichuan no fue más fuerte, dado que "no hubo muchos muertos".
El comentario provocó la indignación de muchos internautas, que gracias a "la pesquisa a base de carne humana" logró localizar a su autora. Acusada, la muchacha se vio obligada a suspender sus estudios.
Ese tipo de denuncia pública es cada vez más frecuente, y también son cada vez más las personas que se inquietan por las violaciones a la vida privada.
La prensa oficial se hace eco desde hace meses de los debates sobre el "renrou sousuo".
Un parlamentario propuso en agosto regular ese pasatiempo, impidiendo por ejemplo la divulgación de direcciones y teléfonos de terceras personas.
Pero su propuesta generó rechazos.
Chang Ping, editorialista del Southern Weekly, sostiene por ejemplo que "el 'renrou sousuo' no es más que una herramienta, como un cuchillo: puede lastimar, pero no por eso hay que prohibirlo".
También Guo Haitao, un responsable de CCW Research, una sociedad de estudios especializada en el sector informático, considera que la polémica diversión tiene aspectos "positivos desde un punto de vista general", pues "aportan mucho al desarrollo de internet en China".
© 2008 AFP