
RIO DE JANEIRO (AFP) Brasil frenó el sida con una pionera política de combate a la epidemia que ya tiene 20 años y mantiene una pulseada con los grandes laboratorios farmacéuticos para que los medicamentos queden al alcance de todos.
En la actualidad, este país de 190 millones de habitantes y donde vive un tercio de todos los seropositivos latinoamericanos, registra 32.000 nuevos casos al año contra 25.000 en la década de 1990, revirtiendo los pronósticos de una epidemia explosiva a la imagen de Africa.
La directora del Programa de Lucha contra el sida en el Ministerio de Salud, Mariangela Simao, indicó a la AFP que en 2002 la tasa de incidencia de sida era de 22,2 casos por 100.000 habitantes, y que en 2006 esa tasa era de 17,5, "lo que confirma una ligera tendencia a la baja".
No obstante, añadió Simao, el gobierno aún debe hacer más para reducir los números.
Brasil registra actualmente 620.000 seropositivos (0,61% de la población de 15 a 49 años) y 190.000 enfermos de sida que reciben un tratamiento gratuito.
El ministerio de la Salud invirtió 820 millones de dólares en su Programa contra el sida en 2007, siendo que 620 millones fueron destinados exclusivamente a medicamentos.
"Cada año, de 18.000 a 20.000 personas buscan un tratamiento contra el sida", dijo la funcionaria brasileña, quien agregó que 16 retrovirales están actualmente disponibles.
Siete de esos remedios son genéricos que no están protegidos por las patentes, son fabricados en Brasil por laboratorios públicos, y los otros nueve medicamentos son importados.
Desde hace varios años el gobierno brasileño sostiene un largo forcejeo con los grandes laboratorios extranjeros para reducir los precios de los retrovirales importados, y todos los años renegocia los precios.
El año pasado, luego de un acuerdo con el laboratorio estadounidense Merck por la patente del Efavirenz, Brasil por primera vez dejó de lado los derechos del laboratorio y decidió importar de India un equivalente genérico mientras espera poder producirlo en sus propios laboratorios.
"Entre nuestro comercio y nuestra salud, hemos escogido nuestra salud", dijo en su momento el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva.
Según Simao, "actualmente dos laboratorios desarrollan el Efavirenz, un medicamento de primera línea, utilizado en el inicio del tratamiento, que es usado por 80.000 de nuestros enfermos. Deberá ser comercializado en nuestro mercado en 2009".
La importación del genérico de India ya ha permitido economizar 30 millones de dólares en un año, un valor que será reinvertido en la prevención.
La funcionaria añadió que Brasil tiene "buenas opciones de compra" para los medicamentos de segunda línea, utilizados por 30% a 35% de los pacientes en un estado más avanzado de la enfermedad.
"El gobierno compra en gran cantidad y por lo tanto hay un buen margen de negociación", dijo Simao.
"Este no es el caso de países como Chile o México, que pagan 5 o 7 veces más caros porque ellos dependen de acuerdos comerciales con Estados Unidos", explicó.
Brasil adoptó un sistema de distribución gratuita y universal de los medicamentos contra el sida y reclama una flexibilización de las reglas relativas a las patentes, así como precios más accesibles.
Simao participará en el congreso en México, donde "Brasil y Francia discutirán si es posible alcanzar hacia 2010 el acceso universal a los medicamentos y el impacto de las patentes en ese acceso", explicó la propia funcionaria.
© 2008 AFP