Evidelio Quiel planeaba consolidar aquí la venta de marchamos electrónicos a las empresas que transportan mercadería por Centroamérica.
Se trata de aparatos que rastrean y vigilan mediante monitoreo satelital los vehículos, con el fin de prevenir el contrabando y el robo de mercaderías.
La obligación de portar ese aparato es parte del sistema Tecnología de Información para el Control Aduanero (TICA), implementado por el Ministerio de Hacienda a mediados de este año.
El marchamo permite trazar la ruta del vehículo, de manera que si abandona el trayecto establecido envía un mensaje de alerta a un centro de monitoreo indicando la posición en que se encuentra.
El 31 de mayo de este año, una vez efectuadas las evaluaciones técnicas, el entonces ministro de Hacienda, Federico Carrillo, y la directora general de Informática, Alicia Avendaño, certificaron el dispositivo electrónico ofrecido por la empresa Fullmaster Quiel, propiedad del exmilitar.
Al igual que Fullmaster, Hacienda certificó a las empresas GPS Satélite S. A, Marchamo Electrónico S. A y Cenocla S. A. para la venta de dispositivos similares.
El abogado Carlos Ibarra, representante de Fullmaster Quiel, dijo desconocer si la compañía había logrado colocar dispositivos entre los transportistas.
Detalló que cada aparato tiene un costo de $300.
El exmilitar panameño también pretendía vender a los taxistas un aparato de seguridad para sus unidades.
Según Ibarra, se trata de un dispositivo que emite señales de alarma ante el robo de un vehículo o el secuestro de los conductores.
Por otra parte, un documento en poder de este diario indica que en marzo de este año la empresa Fullmaster Quiel gestionó ante el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) la venta de un aparato para el plan de votaciones electrónicas.