Un hombre de apellidos Chacón Gutiérrez conoció este viernes su sentencia por el homicidio de Edwin Campos Figueroa, de 34 años, y por herir a una menor de 12 años, en la plaza de deportes de San Miguel de Santo Domingo de Heredia, en octubre de 2023.
Chacón fue declarado culpable de cometer el delito de tentativa de homicidio y de asesinato, por lo que el Tribunal Penal de Heredia dictó que deberá purgar 50 años en prisión, la pena máxima permitida en la legislación costarricense.
De acuerdo con el Ministerio Público, el hombre permanecerá en prisión preventiva hasta que la sentencia quede en firme.
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Los hechos ocurrieron la tarde del domingo 22 de octubre. Campos se encontraba en la plaza cuando el pasajero de una motocicleta le disparó en numerosas ocasiones. Las autoridades no han identificado al segundo hombre implicado en el ataque.
El ahora fallecido recibió impactos en el tórax, el muslo derecho y fue trasladado a un centro médico; sin embargo, las heridas le causaron la muerte poco después.
Uno de los proyectiles dirigidos hacia Campos alcanzó a una niña de 12 años, quien fue llevada al Hospital Nacional de Niños (HNN), y tuvo que ser sometida a una cirugía para corregir lesiones provocadas por las heridas de bala.
La pequeña tenía un orificio de entrada en su pierna izquierda y otro de salida en la derecha, así como una serie de afecciones en los órganos ubicados en la región pélvica.

La balacera conmocionó a los residentes de la localidad, hasta ese momento, ajenos a hechos violentos como ese. Al momento del ataque, se realizaba un bingo en el salón parroquial de la comunidad, donde varios adultos mayores estaban reunidos y fueron sorprendidos por el fuerte sonido de las detonaciones.
“Cuando escucharon los disparos y la gente gritando ‘¡hay disparos, hay disparos!’, la gente se asustó y empezó a correr en todas direcciones. Otro joven y yo tratamos de mantener la calma, pero la gente siempre corre, y es difícil detenerla”, relató en ese momento a La Nación el presidente del Comité de Deportes de San Miguel, quien solicitó mantener su nombre en reserva.

El temor alcanzó a las madres de menores que acuden a la escuela en las cercanías y que, por las tardes, ingresaban a esa misma plaza para jugar. En ese momento, los vecinos lanzaron un grito a las autoridades para incrementar la seguridad en la zona, aun más cuando en la plaza de fútbol se llevaban a cabo partidos que congregan personas desconocidas de otras localidades.
“Eso pasó con gente que viene de otros lados y vea lo que pasó. Hubo una víctima colateral y vea aquí hay una escuela, en las tardes de la escuela y del colegio salen los chiquillos, se meten en la plaza”, relató a este medio Ligia Blanco, vecina de la zona, ese octubre de 2023.
Vanesa Rodríguez, otra residente del barrio, que esperaba afuera de la escuela de San Miguel, compartió su temor pocas horas después del hecho.
“Vienen aquí a jugar, pero como andan vinculados con ciertas cosas, vienen y los buscan donde estén y lo que hacen es asustar a la comunidad, porque aquí es muy tranquilo, y hay chiquitos”, señaló.