
Ocultos como depredadores en una jungla o con el sigilo de un tiburón en el mar, los pedófilos han hecho del ciberespacio su campo de acecho.
Plataformas de juego como Roblox, o videojuegos como Fortnite o Minecraft, utilizados por millones de niños y adolescentes alrededor del mundo, se convirtieron en el “playground” de estos acosadores que utilizan todo tipo de ardides para engañar a menores de edad y someterlos a abuso, violación, explotación sexual, pornografía y extorsiones, entre otros delitos.
Datos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), proporcionados al Patronato Nacional de la Infancia (PANI), revelan que cada mes, en promedio, seis menores de edad son víctimas de grooming. Esto ocurre cuando un adulto acosa a una niña, niño o adolescente con fines sexuales, por medio de redes sociales, videojuegos en línea o aplicaciones.
La Nación tuvo acceso a cinco testimonios de casos reales atendidos por el PANI, en donde se evidencia la forma de operar de estos depredadores sexuales.
Uno de ellos dijo ser “hijo del Eterno” (hijo de Dios), para conquistar a una niña de 13 años; mientras que otro sujeto de 40 años contactó a un adolescente de 17 años por medio de Tinder y lo convenció de que tuvieran relaciones sexuales.
El siguiente es un recuento de las argucias de los delincuentes y una forma de alertar a los padres y responsables de menores de edad, frente a las amenazas en plataformas de videojuegos, mensajería instantánea y redes sociales.
‘Hijo del Eterno’
Meses atrás, una niña de 13 años llamó en compañía de sus encargados a la Línea 1147 del PANI para pedir orientación. La menor señaló que un adulto la contactó por WhatsApp, aprovechándose de que su madre ha sido una figura ausente ya que vive en el extranjero y su figura más significativa, que es su padre, descuenta una pena de prisión hace un año.
El depredador entabló un vínculo amistoso al ofrecerle ayuda para “sacar” a su papá de la cárcel. También la instó a tenerle confianza, y le dijo “que era psicólogo” y que “era el hijo del eterno”.
La menor relató que rápidamente le solicitó imágenes íntimas y hasta le compró un teléfono con cámara para que pudiera tomarlas, ya que el suyo no tenía.
“Dice que ella se las compartió pensando que verdaderamente la ayudaría con su progenitor, pero como ella se sintió incómoda con mandar estas fotografías, él la amenazó con que si no seguía pasando fotografías o si le contaba a alguien, no le ayudaría con la condena de su papá, motivo por el cual estuvo cediendo a las solicitudes del sujeto durante algún tiempo”, detalla el testimonio.
Al verse expuesto por su víctima, el sujeto se mudó de domicilio de inmediato y durante la investigación se comprobó que ya había cometido este tipo de conductas con otras menores.
Otra niña de 13 años cuenta en su expediente que conoció a un adulto de 24 años a pesar de que su madre no la dejaba relacionarse con hombres mayores de edad.
Eso no impidió que el sujeto averiguara cómo contactarla por medios electrónicos, empezara a relacionarse con ella por teléfono, a escribirle y a “enamorarla”, según se lee en el relato documentado. La menor manifestó que rápidamente intercambiaron imágenes con contenido sexual y que él luego la coaccionó para que tuvieran relaciones sexuales.
La adolescente menciona que los encuentros y las conversaciones concluyeron, pero el adulto la amenazó con publicar las fotos. Según ese mismo testimonio, ella se enteró de que su agresor había tenido el mismo comportamiento con otras menores y que una de ellas lo había denunciado por relación impropia. “A todas las llega a quemar”, declaró en referencia a que las exponía públicamente.
Niña de 11 años llamaba ‘novio’ a un desconocido
La madre de una niña de 11 años llamó al PANI para pedir orientación, luego de que se enterara de que su hija mantenía conversaciones por mensajería de texto con un adolescente de 15 años, a quien no conocía personalmente antes de que empezaran los intercambios.
La señora explicó que la niña tenía acceso a un teléfono celular para comunicarse con el padre, ya que sus progenitores son separados y eso permitió el contacto con ese desconocido a quien la chiquita llamaba “su novio”, sin que la mamá lo supiera.
Cierto día, agrega la progenitora, la menor se fugó de la casa, en apariencia para verse con el muchacho, con quien habría sostenido relaciones sexuales. Cuando pudo conversar con su hija, la niña le aseguró que estaba “enamorada” del adolescente y que la mamá de este último propiciaba los encuentros. El joven enfrenta un proceso judicial en la actualidad.
En un cuarto relato, un adolescente de 14 años narró que mientras jugaba Minecraft, interactuó con personas que desconocía que eran adultas. El menor empezó a recibir mensajes primero en tono amistoso, compartió fotos y luego la relación se tornó abusiva y más personas lo amenazaban.
“Le robaron sus datos y los publicaron en diversas plataformas. Señala que llegaron a averiguar los teléfonos de su madre y otros parientes y amenazarlos de muerte”, detalla el testimonio. Ante los hechos tuvo que interponer la denuncia y desconectarse de las redes sociales.
Encuentro por Tinder
Un adolescente de 17 años llamó al Patronato para denunciar que se estuvo comunicando con una persona que se identificaba como un joven de 20 años, a través de la aplicación de citas para adultos Tinder. Conversaron por mensajes y programaron un encuentro para conocerse.
Cuando por fin se encontraron, el adolescente descubrió que el supuesto joven en realidad era un hombre de 40 años. Esa persona lo presionó para ir a un lugar solos y aunque no se sentía cómodo con la idea, tuvieron relaciones sexuales, ante la insistencia del adulto.
El joven relató que después de eso dejó de contestar los mensajes porque se sintió mal con las interacciones y no ha develado aún la situación a su familia porque “no lo ayudarían y probablemente lo juzgarían”. Por eso, según dijo, quiere denunciar hasta cumplir la mayoría de edad, para ir por su propia cuenta al Ministerio Público.
Según la Unidad de Análisis Criminal del OIJ entre el 1.° de enero del 2024 y el 3 de setiembre del 2025 registraron 125 denuncias por seducción o encuentro con menores de edad por medios electrónicos.
El Ministerio Público reporta 28.193 personas menores de edad ofendidas por diversos delitos sexuales, incluyendo el grooming, entre enero y junio del 2025. Durante todo el 2024 se identificaron 42.057 niños y adolescentes como supuestas víctimas de delitos sexuales.
La amenaza de plataformas legales como Roblox
Rodolfo Meneses, abogado del PANI, advierte de que el riesgo para niños es altísimo en plataformas como los videojuegos. “Hay uno que se llama Roblox, que es para niños y niñas de corta edad. Los papás se confían y les dan celulares o tabletas y los niños juegan porque interactúan entre ellos mismos. Pero ese es un lugar donde a nivel internacional se ha detectado que es la cuna de los pedófilos”, señaló.
El jurista indicó que es altamente probable que en las interacciones de ese videojuego sean contactados por un adulto, haciéndose pasar por menor de edad. “Primero buscan ganarse la confianza al intercambiar insignias o puntos y ahí van poco a poco generando las estrategias”, detalló.
Meneses añadió que inclusive les piden el número de teléfono del papá o de la mamá y muchas veces a ese número mandan enlaces para que les compartan fotos o videos.
“Es importante entender que el riesgo está en cualquiera de las plataformas tecnológicas. Ya no es solamente una red social, ahora son los videojuegos enfocados para los niños y las niñas”, advirtió.
Marcela Herrera Solano, de la ONG ColibrIA, dedicada a promover el bienestar digital, sostuvo que los adultos se volvieron muy confiados con los videojuegos.
“Asumimos que los chicos están jugando con otros de sus mismas edades, o que son sus amiguitos, no cuestionamos, pero en el ámbito de los videojuegos en línea cualquiera puede entrar. Eso quiere decir que mi hijo de nueve años o mi hija de ocho años puede estar jugando con un tipo de otro país de 40, 50 o 60 años y eso lo vuelve muy peligroso”, aseguró.
La experta señaló que como en los videojuegos hay recompensas se puede convencer a alguien muy fácilmente.
“Te voy a dar un regalo en este videojuego, te voy a dar una gema, te voy a dar vidas o te voy a dar cosas a cambio de que me des una foto, que me mandes un video, que me mandes un audio. Todo ese tipo de cosas son monetizables para los pedófilos, que para ellos es como el playground número uno a nivel mundial”, detalló.
Herrera agregó que la plataforma de Roblox “es altamente sensible para el tema del grooming" y que Fortnite “también es bastante frágil con ese tema, pero en cualquier plataforma se puede dar”.
Por otra parte, la psicóloga se refirió al temor que tienen los menores de contar lo que les pasa en Internet.
“Vemos que en Latinoamérica las personas menores de edad cuentan menos las manifestaciones de violencia que sufren en Internet por temor a represalias o castigos. En nuestra sociedad sigue estando presente el castigo físico y ahora se aplica el ‘yo te quito el dispositivo’, te quedas sin Internet, te quedas sin amigos. Y ese tipo de cosas ellos prefieren evitarlas”, manifestó.
El abogado Adalid Medrano, especialista en delitos informáticos, explicó que en Costa Rica el grooming es delito desde el 2013 y se sanciona hasta con cinco años de cárcel. En el Código Penal se identifica como “seducción o encuentros con menores por medios electrónicos”.
En el 2021, se firmó la ley número 10020 que estableció un marco regulatorio para prevenir, combatir y sancionar este delito, así como aumentar las penas.
El litigante indicó que las principales amenazas para los menores, además del grooming, son el tratamiento ilegal de datos personales, el sharenting que es cuando los padres exponen a sus hijos en medios digitales, pornografía infantil y el ciberbullying.
Medrano precisó que el artículo 167 bis del Código Penal, incorporado en 2013, permite a los padres denunciar y detener a depredadores sexuales antes de que ocurra un abuso. Originalmente, protegía a menores de 15 años y sancionaba el uso de identidad falsa para contactarlos, buscando armonía entre la edad del consentimiento sexual y las comunicaciones eróticas.
Sin embargo, la Ley 10.020, del 2021, elevó la edad de consentimiento para sexting a 18 años, creando una contradicción legal: un menor podría tener relaciones sexuales consentidas con un adulto (diferencia menor a 7 años), pero si establecen comunicaciones de contenido sexual, podría haber denuncia por grooming.
“Ninguna persona, ni con el consentimiento del menor, puede recibir material donde se encuentren desnudos”, puntualizó el litigante.

