Covachas instaladas por los reos en la cárcel La Reforma. En estas areas se realizan actos ilicitos de violacion, trafico de drogas, entre otros. Foto Ministerio de Justicia.
Las covachas construidas por los reos de la cárcel La Reforma, con mecates, sábanas y hasta cobijas, durante el tiempo de visita los fines de semana, se convirtieron en el espacio perfecto para el trasiego de armas, drogas, celulares y hasta el desarrollo de redes de prostitución.
Cada fin de semana –sábado y domingo–, los reclusos levantaban cerca de 500 carpas, de nueve metros cuadrados, dentro de los cuatro ámbitos de mínima y mediana seguridad, que eran utilizadas por 2.730 visitantes (entre ellos 307 menores) para departir con 2.700 reclusos durante cuatro horas.
Muchos de esos espacios fueron aprovechados para burlar el control de los vigilantes, pues eran totalmente cerrados.
De hecho, ciertos cabecillas de los reos asumieron el papel de dueños de parcelas para alquilarlas hasta en ¢10.000, lo cual les generaba cuantiosas ganancias.
Las autoridades penitenciarias reconocen que las covachas elevaban los riesgos, pues no había suficientes custodios para garantizar la seguridad de más de 5.000 personas cada fin de semana.
Algunos hombres, por ejemplo, utilizaban el espacio para mantener relaciones sexuales con mujeres, aunque no fuesen su pareja.
En marzo del 2013, una mujer fue violada dentro de una de esas tiendas. Edwin Retana, fiscal adjunto de Alajuela, señaló que desde que recibieron esta denuncia, pidieron a la Dirección General de Adaptación Social que se eliminaran las covachas porque se estaban usando para cometer delitos.
En el Ministerio de Justicia y Paz reconocieron el problema. Aseguraron que desde hace seis meses lo han analizado, por lo que decidieron erradicar, a partir de este fin de semana, el sistema de covachas. La medida ha generado un pulso con los reclusos opuestos al cambio.
“Hay un grupo pequeño de líderes que tienen intereses muy específicos para que se mantengan las covachas, y quieren manifestarse para que desistamos de esta decisión”, expresó la ministra de esa cartera, Ana Isabel Garita.
Nuevo espacio. Garita añadió que ahora tienen habilitados dos gimnasios y una plazoleta con toldos para que los presidiarios de los ámbitos A, B, C y D compartan con sus familiares en mejores condiciones y horarios. De esa forma, dividen a la población en grupos más pequeños y con mayor control.
Jorge Rodríguez, viceministro del ramo, explicó que ahora únicamente trasladarán al gimnasio a los reos que efectivamente tengan visitantes. En el pasado, aunque un recluso no recibiese familiares ni amigos, lo sacaban del ámbito al área común.
Según añadió la ministra Garita, durante décadas se permitió el uso de las covachas. Sin embargo, con la sobrepoblación y el violento perfil criminológico de los nuevos privados de libertad, estas tiendas se convirtieron en un espacio para todo tipo de negocios oscuros.
Rodríguez sostuvo que han tenido que tomar previsiones de seguridad y coordinar con otras instituciones ante las amenazas de que este fin de semana un grupo de reos podrían tomar como rehenes a visitantes o policías; incluso, que podrían herir a otros reclusos.
Rodolfo Ledezma, director de La Reforma, indicó que como medida preventiva esta semana reubicaron 30 líderes negativos de los ámbitos de mínima y mediana seguridad en otras prisiones. Esto, porque luego de que los equipos técnicos anunciaron el martes que se erradicarían las covachas, ese mismo día se produjo un lanzamiento de piedras por parte de los reos.
Incluso, hubo una huelga de hambre el miércoles. Ayer, el recluso Josué Morales Soto, de 29 años, resultó herido con un puñal en una riña y falleció después en el Hospital San Rafael. Al parecer, este caso no tiene que ver con la oposición a las covachas.